Ante las barricadas de
unos adoquines impuestos por el silencio de tanto absurdo abismo, le silbo a la mañana mientras me acabo de
pintar las uñas de un rojo escandaloso
haciendo juego con el carmín de mis labios.
Nunca hubiese
consentido cortarle las uñas a ningún varón…
Imagino que he
entendido hace tiempo que la hipocresía es harto fácil de llevar bajo las uñas
mugrientas de aquellos que pretenden sacudírsela de encima, que las verdades no
duelen, que las mentiras a menudo llevan nombre de mujer.
Con el tiempo
aprendemos a hacernos un nudo en la libido emocional. Aprendemos a someternos
exclusivamente a la razón. El corazón lo acabamos aparcando en un viejo parking
de Liverpool un lunes a las 3 de la mañana.
Muchos
decían de ella que la temían. Algunos, aquellos que tuvieron la suerte de
compartir sudor y sábanas con ella, acababan por aceptar cuando los
rechazaba, con ese elegante gesto de gata salvaje, aquella última caricia
de despedida en un último ronroneo antes de cerrarles la puerta de sus
muslos.
Arrojarlos de mis
entrañas, y devolverlos al vacío de un engendro de nadie, es volver tal vez a
nosotros mismos.
Altiva pero sin
orgullo, fiera pero sin rencores, deambulo como una de esas sombras que se
pegan en el recuerdo de la pupila de los amantes, que al no obtener de
mí, ni siquiera el amago de un beso en la mejilla, me han llamado frígida,
mujer de hielo y sin sentimientos, y hasta me apodaron con el nombre de una gitana.
¡Qué sabrán ellos! Que estipulen,
insulten, blasfemen, e indaguen…
He sonreído al verlos a
todos ellos y ellas, hundirse en la locura de viejos orgasmos que ya nunca
alcanzarían ni en los sueños de alguna estúpida profecía.
Apoyada en el sillón de
un olvido que me niego a recordar, bajo a cantar al antro de siempre. En aquel
ángulo siniestro donde la soledad despliega sus alas a la depresión de un
mutilado beso estrellado en el fracaso de una boca, cuando pese a mí, se
esboza en el vodka rojo la silueta de un títere sin alma.
Y me lo bebo de un
trago.
Y así, ebria de
presentes, salgo taconeando de este enjambre que me martillea en la sien, diciéndome que los hombres ya no me
sirven para nada, y que con una sonrisa Champagne, como un viejo mendigo del metro acuñó la mía, aplasto el humo en
esta colilla recién olvidada en el alquitrán, cuando la cubre esta sempiterna
lluvia remolona y tormentosa, mientras yo sigo removiendo el pie con los tacones, y mojándome bajo la lluvia.
P.S. La próxima entrada os prometo un Twist de cine, andamos trabajando sobre el Twist en el cine... y empezaremos con los Beatles! ;-)
Muy bueno, osea que lo que se dice "mojar" ya no mojan. Pues mira, a mí, mi mujer me corta las uñas de los pies, ya que las uñas de los dedos gordos los pies las tengo encarnadas desde hace muchos años, y yo no me las puedo cortar. La pobre pasa lo suyo, hasta que me las sanea, y los chillidos míos de lo que me duele, los oyen en Albacete, pero oye nos ahorramos una pasta al año. Imagínate si tuviese que ir todos los meses al podólogo
ResponderEliminarBesos EVA.
Mojará sólo quien Yo o la protagonista de este texto quiera, cuando quiera, y con quien quiera...
ResponderEliminar:P
Me parece estupendo. Y eso es amor...
Yo no te las hubiese cortado en la vida...
Aprovecha ese peazo de mujer que tienes!!!
Besos, Rafa.
Mojará la lluvia, si acaso...
ResponderEliminarA veces, cuando te leo pienso que la protagonista de tus relatos tratan más de convencerse a si mismas, que de calentarle las orejas a un posible o posibles rivales.
El caso es que pise fuerte cuando quiera y no se deje pisar por cualquiera.
Besos
PD: gracias por tu bello comentario .
ResponderEliminarTienes escritos de mujer fatal...
ResponderEliminarBueno, creo que el enigma de esta entrada reside más que en el texto, en el título de la entrada y en el video...
EliminarMujer fatal....
Algo hubo, hay... pero ya te cuento.
A mi me tiene alucinado el tacón de la foto, puede ser un arma mortal, y si se tiene puntería para apagar el cigarrillo, para que te cuento donde se podría colocar el acero mortal jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Una mujer de armas tomar, sin duda. Una mujer segura que hace lo que le viene en gana.
ResponderEliminarSalu2, Madreselva, con twuist o sin twist.
La hipocresía se lleva bajo las uñas y bajo las máscaras.
ResponderEliminarLo bueno es que la detectamos. Lo importante sería detectarla a buen tiempo.
Besos mi querida Evita.
Qué guapa la Katherin de tu portada, buen, qué guapa la Katherin siempre! Me alegro de leerte con la fuerza de siempre. Impetuosa como un caballo salvaje. Indomable Eva.
ResponderEliminarY, por supuesto, espero ese twist.
Besos... digo, ups, bizz.
Da gusto aprender el castellano en tus palabras, roja amiga,matadora de alfileres en munecos...
ResponderEliminarMuy interesante, Eva.
ResponderEliminarSe lee con ganas.
Un beso.
¡¡Jolín!!, a mi si que me corta, aunque de mala gana esas uñas que dices, en cuanto al tema de ¡¡que sabremos nosotros!!, pues eso, que no sabemos nada aunque creamos que sabemos todo.
ResponderEliminarUn abrazo Eva.
Un post sin duda rebelde, pero ¿para ser mujer hay que ser rebelde? Creía que no, pero ahora me estoy dando cuenta de que sí. Porque hay hombres, muchos hombres en general, que se las dan de liberales y en el fondo siguen aferrados o quizá enquistados a aquellos siglos remotos que ahora nos restriegan por las narices. Porque da la casualidad de que algunos de ellos, incluso, tienen en sus manos ¿el poder? Y yo me pregunto ¿el poder para qué...?
ResponderEliminarUn abrazo.
Como me has dejado muda y extasiada solo te ruego una cosa...
ResponderEliminarSi vuelves a descongestionarte la cabeza bajo la lluvia, al volver a casa quítate pitaaando la ropa mojada y métete bajo la lluvia calentita de una ducha ¿lo harás por favor?.. no quiero escucharte toser por resfriados :))
Mmmuaaaaaakss!!
Muuuy feliz finde, EVA.
Yo he estado en muchos antros de los que ya he perdido el recuerdo, pero cada vez que nombras a este se me alborotan los demonios ja ja ja.
ResponderEliminarQuien toma solo muere solo así que salud por ese vodka!!!
Quedo en espera entonces de ese twist, y mientras voy echándole cabeza a eso de hacerle un nudo a la libido emocional. Yo que se de nudos, nudos ciegos y entrenudos, este sí que me pilló mal parao.
Besos y oléeeeeee mi Cantaora!!!!!!!!!!!!