Veracruz, el danzón y la Parroquia, fueron de los más bellos
recuerdos de mi México lindo y que tanto quiero.
En el puerto todos los
viernes por la noche, los veracruzanos bailan el danzón en el Zócalo de la
ciudad.
Son cuatro pasitos que
deben de caber en un pañuelo.
La elegancia de las
guayaberas, el blanco de los abanicos y
los volantes de las faldas perfumados por el puerto de Veracruz, los marineros
que llegan así no más de cualquier barco, sus playas, su gente.
Cuando llegué a
Veracruz lo primero que hice fue llegarme hasta La Parroquia, allá los lecheros
salen golpeando fuerte las antiguas jarras de latón con la leche y te sirven unos
desayunitos de espanto, las enchiladitas de mole, los bollitos de azúcar, y
todo ello bajo el son de las marimbas, los limpiabotas, y los mexicanos que siempre andan dispuestos a hacerle un favor a
una. Las playas, y los paseos a caballo,
los camarones en cucuruchos de papel con
su tabasquito y los taquitos de canasta, y las nieves de limón (que me costaron
una hepatitis por desoír los buenos consejos de mis amigos mexicanos…) pero qué
ricos!!!
Yo no pensaba salir de
allá sin bailar ese danzón y aprenderlo, quien me acompañó en aquel viaje
odiaba los bailes de cualquier tipo, era un amargado, pero decidí que dos meses de paseo por México
no me los iba a aguar un güerito, así que se marchó para el D.F. y yo ya luego salí para Oaxaca y Puerto Angelito.
Por lo que, ya solita, ni
corta ni perezosa, le puse ojitos a un veracruzano, y sacó el pañuelo del
suelo, y me dijo, ándele malagueña…
El danzón es un baile
dulce, es un paseíto por el cuadradito de un sueño…
Aquí os dejo una
película de María Novaro, Danzón, que os
gustará.
Cuando viajo, reconozco
que más allá de todo aspecto cultural, me gusta antes que nada pelearle a la
gente, probarlo todo, y aferrarme a cualquier cosita más allá que la del
paquete traicionero. Por eso soy más de mochila que de maletas.
Gracias por este paseo que me ha dado en pensar que la vida también es como un danzón que se baila en un cuadradito pequeño, aunque viajemos fuera de él.
ResponderEliminarFilosófica que estoy hoy ¡ea!
Preciosa canción.
Sospecho que tu mochila rebosa...
ResponderEliminar¿Naciste con alma de pirata?...me encantan los piratas y las gente bailona.
ResponderEliminarEstoy deseando verte bailar (cantar ya te he oído).
Y , vuelve a Veracruz, te lo mereces.
Zarzamora:
ResponderEliminarLa veo en cuanto pueda.
¡Cómo me gustaría saber bailar!
Salu2.
suena un lugar romántico...
ResponderEliminarAy el Danzon...en francès dansons, encore et toujours, lenguage internacional del amor!
ResponderEliminarExcelente, muy pedagógica tu entrada,
ResponderEliminarasí me voy poniendo a tono para mi viaje a México el año que viene...
Besos
que danzona estas !!!!
ResponderEliminarBIEN por la chica de la mochila y por el veracruzano aquel que le dijo: ándele malagueña...que cuando al alma libre la acompañan unos pies ligeritos, no hay frontera que se les resista!
ResponderEliminarABRAZO GRANDE, MI QUERIDA EVA!
¿Quien no va a estar dispuesto a hacerte un favor a ti?
ResponderEliminarGracias a ti hace tiempo que vi la peli, me encantó... :))
Besos y salud
Afortunada tú por viajar y bailar y probar y comparar y Vivir...
ResponderEliminarBesos
Qué suerte tienen algunas. Y no como otras que yo me sé.
ResponderEliminarVoy a probar cómo se baila ese danzón.
Mi querida Zarzamora, he hecho una amistad muy linda con una veracruzana y algún día espero ir a verla (bueno, no sólo a ella, :), así que esta entrada me ha hecho tremenda ilusión.
ResponderEliminarSi a eso le añades que me encanta la música mexicana, pues ya está. La pena es que tengo un lío con los pluggins y no puedo ver el vídeo.
Besos y besos y besos.
Emocionante publicación de inolvidable sabor y enseñanza cultural. Hiciste muy bien en insistir en disfrutar de Veracruz y sus costumbres. Inconfundible Agustín Lara, envidiable el goce del Danzón. Toda una sibarita sacando partido a los mínimos y máximos de la existencia!!! excelente!!!
ResponderEliminarBesos!!!
Veracruz, un puerto precioso he estado por allí varias veces tengo un hermano que es veracruzano hijo de mi padre con una veracruzana.
ResponderEliminarVerecruz me recuera Cuba, no se por qué porque Cuba no conozco pero hay una plaza que me late que es estar en Cuba. Los cantantes se acercan para cantar la bamba, y es toda una fiesta. Sus habitantes son bastante comunicativos y cálidos. Me lo recuerdas completamente. Ese un puerto muy bello.
Linda esta entrada querida Eva.
Besos.
Está claro mi querida EVA que para conocer de verdad un pueblo hay que mezclarse y perderse con su gente, nada de los caminitos que te trazan a escuadra en los tours turísticos, mi cuñado es mejicano jajaja así que me toca mucho todo aquello... eso sí, lo de zamparte toodo lo que te ponen por delante jajaja yo, con la gente lo que sea... con la comida oriunda me llevo mal, por eso es raro que pille nada por ahí:-)
ResponderEliminarEsos vestidos blancos con tantísimo vuelo, esas flores de colores en el pelo, esos movimientos taan elegantes, esos picantes a los dragón lanza fuegos jajaja esas increíbles ruinas aztecas, Veracruz, buufff precioso:))
Muuuchos muuchos besos cielo.
Me debo México y después de leerte, me lo debo más. ¡Qué cosa tan bonita tu artículo! Dan ganas de volar ¡ya! y mezclarse con las guayaberas, guiñar el ojo a un marinero e invitarlo a bailar ese danzón tan prometedor.
ResponderEliminarLe pusiste ritmo y calor a mi fría mañana de jueves y lo que es mejor, me regalaste un sueño. Te abrazo guapísima Mujer.
Amiga tu México no es mi México, cada viaje y cada ciudad es distinta segùn sean los ojos del viajero.
ResponderEliminarhttp://mari-abelaimaginacosas.blogspot.com.es/2012/04/mexico-lindo-y-querido.html... Por si quieres saber como lo he vivido yo.
Una de mis carencias más sentidas es lo poco que soy apto para el baile...
ResponderEliminarBesos.