domingo, 1 de diciembre de 2013

A PIE... toujours et encore à pied.

He escuchado tanto y tantas veces esta canción que fue una especie de meta y estandarte en mis mañanas más aciagas, y ya de jovencita, antes de que Serrat y Sabina se convirtiesen en pájaros patéticos, sin norte alguno y no correspondiesen ya ni al más mínimo horizonte en los que los escuché en sus primeras versiones, cuando aún no se habían vendido, al menos hoy pese al desengaño logré preservar en el recuerdo su palabra a través de sus letras haciendo caso omiso de sus implicaciones y luchas que hoy me resultan tan ajenas. 



Los conocí a ambos, a uno y otro,  y si bien no me sedujeron, no llegaron a traicionar su palabra en la mía a través de la música y el tiempo en el que los recuerdo como fueron, y tanto me dijeron. En mis viajes más arriesgados y  en cualquier andén donde la primavera haría posible el encuentro , y aquel muelle donde cualquier marinero sin destino me llevase sin anclar mi barca, o  en la sala de espera en aeropuertos, donde un piloto de línea me hiciese un guiño, y  donde dormida, imaginaba mi deseo de huida porque sabía aún en el fondo de mí misma, que a orillas del camino, algún día, pese  a mi naturaleza tímida, pesimista y solitaria, derrotada, encontraría el perfume de alguna flor, de algún ángel, de ese aliento que nos hace oler la vida bajo diferentes prismas, cabe esperar, pues hay quienes aún encuentran lo que tanto se han negado.

Me ha gustado a lo largo de mi vida mudarme una y mil veces de piel,  de casa, de trabajo, de todo, pero dando la cara siempre, dejando abierto mi rostro ante la inmundicia humana, y dejándole bien claro al mundo entero que siempre sabría dónde encontrarme, en el mismo lugar, y con los mismos miedos y viejas ilusiones por colmar. Dejarle un resquicio a otra posibilidad de inventarme y de seguir latiendo, porque todo cambia,  sí, y no me siento mayor ni me da aún pereza saberme distinta, improvisarme ni  sorprenderme y porque con los años, también hay días en los que me aburre mi propio personaje, tan real, tan prosaico y tan absurdo en suma, como el de cualquiera, pero al que tanto respeto y quiero.


21 comentarios:

  1. Hola mi bella Zarzamora , una entrada muy buena , hoy queria premiarte con el primer Domingo de Dicimebre , con un regalo muy especial , que espero que pases por mi blog a por el , si lo quieres claro , ya que esta hecho con todo mi amor y cariño .

    No es otro que , un premio de " Besos y Rosas" y tu eres la primera a quien quiero regalarselo , te deseo un feliz día mi niña , y por favor no cambies vale , besos de Flor.

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  2. Très joli post!
    Merci pour ce partage, bon dimanche!
    Cath.

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  3. a pie o a trancas y barrancas tendrás el compromiso de acomodar tus piel y personaje a cada instante.
    es lo único inalienable de que sentirse dueños.
    vuelve la piel a su origen
    como irrumpe el personaje de nueva creación.
    lo demás, inmutable.
    serratsabina se han hecho a sí mismos tales cuales su éxito les permitió mientras corren aplausos al círculo concéntrico. que tiene fin como todo.

    besos, Eva

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  4. Decir adiós sin dolor es todo un arte!!! que resulta más fácil para quien está acostumbrado al calor de los caminos.
    Besos mi Cantaora!!!

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  5. No sabes como te entiendo, a mi también me aburre mi personaje y de vez en cuando tengo que darle un par de hostias,sacudirle fuertemente para luego, enseguida, darle caricias y hasta lenguazos, para que viva y siga caminando :))
    Besos y salud

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  6. Me gustó tu entrada. Saludos,

    Joker

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  7. eso somos ...y debemos tolerarnos

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  8. Querida Zarza, no sabes cómo te entiendo..
    Un beso fuerte.

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  9. La visión de verte en el andén de un tren con una maleta pintada de naranjas y los ojos indagando el aroma de los nogales me hace pensar que París es como una segunda piel....y el tiempo.

    Besos Eva.

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  11. Eso es vivir, justamente, mudando de piel tantas veces como sea necesario,
    y seguir creciendo, marchando a pie, en coche, escoba o avión, pero siempre adelante, hacia el horizonte.

    Besos

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  12. Cuando todo cambia tan deprisa el problema surge si no somos capaces de cambiar al mismo ritmo... y con el tiempo, perdemos elasticidad...en todos los sentidos.


    Bss

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  13. Aunque mudemos de piel una y mil veces
    lo importante es no perder la esencia
    de lo que somos.

    Tú siempre serás auténtica y divertida.

    Mil besos.

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  14. Madreselva:
    Siempre es bueno viajar, esperar, cambiar, transformarse, indagar... señales de que seguimos vivos.
    Salu2 vivos.

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  15. No queda otra que mudar, cambiar, evolucionar, viajar por fuera y por dentro... quererse y respetarse a uno mismo pareciera el único requisito indispensable para no convertirse en otro totalmente diferente, que es el único modo de traicionarse.

    Un beso, Eva

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  16. Que sí que todo es movimiento constante y no podría ser menos que nosotros dejáramos de modificarnos constantemente. Casi siempre nos termina por disgustar nuestro personaje y es entonces cuando empezamos a reinventarnos y cambiar. Pero nuestra esencia permanece. Digo yo.

    Besos Evita.

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  17. Estás muy viva Eva, contagias energía y esa foto de cabecera es una preciosidad.
    Besos wapa

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  18. Es imposible no amarte. Y esta auto descripción es como la confirmación de los sorbos de agua fresca que nos das en cada entrada. Un abrazo.

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  19. Si no mudamos la piel, ¿qué nos queda? Tan solo volver a la caverna y ver pasar la vida.

    Quererse y respetarse. Sin ello, nada somos.

    Besos, querida rebelde

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  20. no me gusta serrat ni sabina... me dan sueño!!! creo que la música nos llega a cada quien según sus estados de ánimo o momentos en la vida, también por carácter o simple gusto. Me gusta eso gitano de cambiar... la vida a veces se hace tan larga que es necesario refrescarla un poco.

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  21. Ese Serrat me recuerda mi juventud, cuando allá por el 68 se negó a cantar en castellano en el festival de eurovisión.
    En ese disco primero, además de esa canción estaban "La Tieta " , "El drapaira" y no sé cuantos más. Para mi fué increíble escucharlo y ver cómo se rebelaba contra un Franco todavía poderoso.

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Rebeldes que dejaron su zarzamora