EN DEUX LANGUES. VARIATIONS.

En cuanto vi a Rodrigo, mi mente se disipó en los laureles de algo superior a lo que algunas mentes obtusas llaman ¡¡¡Sexo!!!  ¡¡ Ohhhh!!   ¡Sexo! ¡¡¡Va de Retro!!!

Apenas había llegado a casa, extenuado, y con ganas de retirarme a una ducha de esas que limpian la mente y relajan y nos disponen en el estado más Zen, estuve esperando a mi linda y virgen mujer, ésa que como Madre  se nos aparece una vez en la vida, y cada noche , tras transitar a las mujeres de la calle.

Pero de pronto, Juana, entró en el salón, y me trajo una bebida de esas diabólicas para entorpecer mis sentidos y arrebatarme el sueño.

La mano de mi mujer, recién salida de la ducha,  empezó a recorrer mi órgano genital, cuando yo sólo pensaba en cómo ascender a esas colinas y alcanzar su climax, en esa especie de montículo que los depravados y desalmados suelen llamar ¿Pezón?

Yo sólo me atreví a denominarlo como volcán de un montículo en arrebato “laV/Briego”. Pues como un labriego, me veía  y anduve caminado hacia Santiago, eso es…

Pero después como un arriero,  sin metáforas me  conduje hacia su agujero, ése que algunos mineros llaman ombligo, y luego descendí hasta su más recóndita mina de diamantes.

Ohhh y la luna, entonces nos cubrió con su manto.

MaravilloZo!!!

Y me sentí Hombre, ternura, y sensación toda.

Y la cubrí con esa cosa que por los tiempos que corren mejor nombraré como manto de estrellas…  tan blanco, tan inodoro, y tan divino, que no hizo falta ni cubrirlo con esa especie de goma estelar con las que tantos intentan destruir la esencia de la vida.

P.S. Dedicado a Gallardón y a todos esos mojigatos que ni entienden lo que es vida, y nos dan lecciones de moral.

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En cuanto vi a Rodrigo me lo quise follar.  Llegaba de un mal rollo del laburo.

Él apenas llegó a casa despatarrado y cuando le puso ese whisky,  Juana, porque yo se lo pedí, mientras me duchaba,  me dio el suspirito necesario para entrarle y darle el subidón.

Le metí mano a su polla, y le hice recorrer mi sexo, mis pechos,  y alcanzar mis pezones…

Ahí va,  y se corrió. Mi excitación me lamía por la lluvia de una ducha compartida , y quería sólo lloverle en ese sexo erguido y excitado.

Luego ya, él y yo, repetimos sexo, polla y vagina, y en mi clítorix, encontró su punto cardinal, y yo, lamiéndolo y perdiéndome en ese cubaneo con el que describen este instante las putas, me abandoné en su piel y esperé que viniesen o sigan llegando los escraches, para decirles que ya podían manifestar, que nuestro instante era nuestro…

Una perdida

Y

Un degenerado.

Olvidando sonidos, lengua, y lenguaje…

Y sintiendo ese manto de luna y estrellas, ese tu esperma de manera metafóricamente y hablando, y  en suma recorriéndome el instante, dan para mucho a mentes obtusas, retorcidas, y  a enfermos mentales.

;-)

P.S. Dedicado también a este gobierno que pretende cortarnos la lengua, la líbido y de poder ser hasta la razón.