miércoles, 5 de febrero de 2014

ÚLTIMAMENTE

Quiero volver a dormirme y despertarme abrazada a ti. Romper las nadas, abrirle al vacío una rendija para colarme como el viento hasta el último aliento de tu boca. Que con tus brazos arropes mi mirada e impidas dejarme ver hoy la miseria que nos  ha roto por dentro, y que la de fuera, y de tu mano, podamos defenderla en aullidos sin fronteras. 


Quebrar con un suspiro los muros y atalayas que la distancia se aferró en imponerle a la palabra, que muda, dejamos inconstante acallando así lamentos y suspiros,  como  cuando te recorro entero sin dejarme ningún  recoveco,  besando tus ojos cerrados, cerrando los míos y espantando nuestras pesadillas. 
Los golpes de eso que algunos llaman destino nos han dejado K.O. en el primer round, y hemos tirado la toalla tal vez demasiado pronto. Cada uno por nuestro lado fuimos dando palos de ciego al saco abandonado y soñoliento del viejo ring.  Sabíamos que el otoño y los inviernos nos mentirían, y columpiaríamos con su desgana las sombras que arrastramos en el olvido del recuerdo ajando rosas, y lastimándonos con sus espinas. Pero ya no quiero pensar más.  Me contento con saborearte,  y seguir disfrutándonos, y ya me deleito con no ser más que este instante. Saber que eres mi pecado, y muerdes mi manzana.  Y en cada mordisco, me abres la piel. Que llevas mi veneno y lo luces en tu boca. Y que en este instante, ardemos en el infierno. Excomulgados de  por siempre. Y sin redención posible. 
Luego cierra la puerta con cuidado, déjame inhalar el aroma vespertino que aún navega entre estas nuestras sábanas de nadie.  Y no vuelvas aunque te lo pida, y no me llames aunque te busque.
Y cuando ya ni me recuerdes, y en cada verso, la luna que me escribas se desangre, y cuando estés solo y sientas mi abrazo enroscado a tu cintura  por descuido, cuando los tejados estallen sus tejas en pizarras, cuando las hienas rían desconsoladas en nuestras mentes, y esas mentes enajenadas que nos lanzaron sus aullidos para devorarnos, sepulten nuestra cicatriz arrastrada en el polvo, seremos como una  ofrenda para  las cándidas sombras de los cipreses adormecidos.
Sólo entonces podré besarte más allá del olvido, y te pediré que vuelvas,  y volverás aunque ya no estés y ni siquiera importe, y  tú, de nuevo, volverás a llenarte en mis silencios o en mis largos monólogos, y volveré a besarte, y tú a besarme, aunque yo ya ni siquiera esté, ni importe que tú tampoco estés siquiera.

                                                  




20 comentarios:

  1. Me has dejado triste al leerte o seguramente ya lo estaba,
    Un beso.

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  2. El sentimiento sabe más que la razón, por eso es capaz de imponerse por más que intentemos ponerle freno o darle argumentos contundentes que creemos capaces de matarlo. Por eso hay que dejarlo ser, y después... después atesorar sólo los buenos recuerdos y esconder las cicatrices de las heridas que surgen. O lo hacemos así o nos hundimos en el dolor y la rabia, y bastantes sinsabores tiene la vida como para permitirnos más.

    Un beso grande, Eva

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  3. Una ausencia... muy presente.
    Salu2, Madreselva.

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    1. ;-)

      Tú, leíste...

      Ajeno a cualquier contaminación...

      Salu2 murcianico.

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  4. Bueno pero como se suele decir que le quiten a uno lo "bailao". Puede ser que ese pesar y pena perdure durante un tiempo, pero sólo con recordar esos buenos momentos pasados el desasosiego y la tristeza se hace más llevadero, ya que mientras duró, menudas juergas de placer.

    Besos Eva.

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  5. Hay ausencias que siempre están presentes... incluso, a veces, reencarnadas en otros aromas, otros abrazos.


    Bss... últimamente...está vd. muy querendona :)

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    1. Contigo, pelearía hasta la última de mis querencias, consultante... yo- impertinente....
      Y siempre disculpándome
      Nortes... guías...
      ;-)

      Besos, de tu Roxane.

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  6. Supongo que lo mejor es dejar que la vida siga y olvidar las ausencias, solo recordar lo que hubo de felicidad, como suelo decir, que te quiten lo bailao...:)
    Besos y salud

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  7. Sin redención pisble, no quiero más vida que nuestra muerte...
    Me pones poeta, sin ser yo nada de eso.

    Un beso preciosa

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  8. Eso es Eva. Volveremos a besarnos cuando ambos estemos más allá del bien y del mal y que nada ni nadie pueda herirnos.
    Qué consuelo tan grande vivir en tu pensamiento. Sentir en la oscuridad pintada de rojo beso desde la más profunda intimidad de nosotros mismos.
    Un beso, alma mía.

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  9. que tema ese del destino.... no se si existe mas allá de nuestras acciones o deseos... o es eso al final? salu2 belleza...

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  10. Hermoso aunque no creo en despedidas en casos de amor, se pueden ir pero lo que es nuestro quedara el tiempo que lo deseemos.
    besos

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  11. Creo que cuando se ama se está aunque no se esté, y esa es la magia del amor.

    Como siempre querida Eva, lo que escribes me llega.

    Te dejo un gran beso.

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  12. Ay Dios!!! eso de morderte la manzana entre las llamas sin posibilidad de redención!!!...ha de ser la más feliz de las condenas ja ja ja
    Un escrito de gran riqueza metafórica donde para mí destellan entre otras:
    ...me deleito con no ser más que este instante...
    ...sombras que arrastramos en el olvido del recuerdo ajando rosas...
    ...cuando ya ni me recuerdes, y en cada verso, la luna que me escribas se desangre,
    ...seremos como una ofrenda para las cándidas sombras de los cipreses adormecidos.

    Tomar tequila con la Zarzamora mientras versa es triplicar la fuerza divina de la bebida espiritual, son palabras cargadas deliciosamente de limón y sal.

    En la meditación Zen el estar y no estar enmarca el camino al despertar, en este escrito el estar o no estar enmarca los besos y el corazón.

    Besos mi Cantaora!!!

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  13. Para amar de verdad hay que haber tenido la sensación de pérdida y después conseguir salir vivo del proceso que describes.
    Besos.

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  14. La esencia del adiós en la pasión labrada de amor, instantáneo tal vez, frágil e irremisiblemente abocado a la ausencia, pero intenso como la vida y sus deleitosos sorbos.
    Que bueno Ismael, y tú, que grande.
    Besos muchos.

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  15. Cuando el corazón manda más que la razón
    no hay olvido.

    Un abrazo grande

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  16. Me perdí en el deleite de tantas imágenes, tan bien escritas, que no me importó la tristeza que iba deslegando la sombra de sus alas sobre mí.
    Preciosos texto, Zarza y escuchar a Ismael en ese tema, otro placer.
    Besos, guapísima.

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  17. Vivir el momento y disfrutarlo. Eso sí, sin olvidar almacenar algo para cuando sólo nos quede solazarnos con el recuerdo.


    Besos

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  18. Casi había olvidado lo romántica y erótica que te pones casi siempre.

    :)

    Bizz.

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Rebeldes que dejaron su zarzamora