lunes, 24 de marzo de 2014

De la tristesse et du pardon VIII. Sin comentarios.

Como dicen las madres de Plaza de Mayo, ni olvido ni perdón. Justicia. Y es que la justicia (y no la de los jueces) es la que en lo personal restablece los equilibrios. Equilibrios de una relación. Vamos, que nadie se olvida de nada. Que los daños cicatrizan, pero las heridas quedan. Y además, qué es lo que uno puede perdonar de otro. Casi nada. Lo que se hace, en casos de traición y esas cosas, es acomodar las expectativas con una nueva regla. Si seguimos esperando que no ocurran segundas traiciones, estamos desbrujulados. Y así puedo estar horas, te pido perdón. je 

GARRIGA y Garriguita.




REPOSICIÓN  de SIN PERDÓN NI OLVIDO.  Aquí: Habemus pupa papam´s


 Gracias a tu complicidad por tu adhesión a las Juventudes Hitlerianas, Benedicto XVI...





                                                        Y



Gracias a  tu complicidad con la Dictadura Argentina, Francisco I (otro Paco para la Historia...) que si bien vas de bueno... a mí no me convences...








Yacen los huesos de los asesinados con la bendición de curas y demás ralea.

Y son huesos dignos, 
estriados,
masacrados, 
por el genocidio

bajo la bendición de la Santa Madre Iglesia.

Y seguimos aún rindiendo pleitesía a toda esta cohorte de hombres que bajo la sotana y otros faustos y boatos deciden sobre nuestra moral hasta dogmatizarla, estigmatizarla y manipularla haciéndose pasar por hombres justos y de Dios.



He visto a muchos amigos argentinos en París llorando sus torturas.
Y ser incapaces de perdón.
A algunos, fui a visitarlos a entidades llamadas para loqueros. Litros de alcohol y barbitúricos los ayudaron a vivir hasta que se les reventara el hígado.
A algunos no sólo les arrebataron la dignidad, sino también a sus hijos. A ellas las torturaron desde los pechos hasta el himen.
A otros, los vi caer de rodillas hasta la resignación de no ver sus vidas redimidas por la justicia.
Y eso si puedo hoy contarlo, es porque lo he vivido.
Recuerdo que cuando escribí este post ante la llegada de Paco el bueno y santo Papa, lleno de fumatas blancas, negras, o de marihuana, me llenaron aquella entrada de anónimos, me insultaron, me trataron de puta, de ultrajar la religión, de ....
Y borré muchísimos. 
Pero es que no creo en éste ni en ningún hombre que haya comulgado con el horror y la ignonimia. Y la Historia se repite, y ninguno de ellos se implicó en ninguna, y merecen ni mi perdón ni mi respeto ni mi magnanimidad.

Que paguen.

Ni justicia ni perdón irreparables les quedan hoy pese a la terapia, ni a ese Dios ni a sus secuaces.
Los Jueces, con todos sus testimonios ya recogidos,  serán historia, pero sólo para quienes sean capaces de tomar partido y de oírlos... y de hacer sentencia.
Los cadáveres sepultados en el mar, esos, se los comerán las pirañas del negacionismo.








19 comentarios:

  1. A los que dañan desde el poder, sin cuestionarse nunca que han de pedir perdón, NO LOS PERDONO.
    A los que son capaces de matar a otro que no tiene sus ideas, NO LOS PERDONO.

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  2. Y recuerdo el vídeo del instituto . Aun me emocionan esas voces adolescentes, esas caritas llenas de granos y esas miradas limpias.

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  3. Esas cosas no se pueden perdonar, aunque se pongan una cruz de varias toneladas al hombro. Aunque a decir verdad, en nuestro país, me gustaría, aunque no perdonara, escuchar pedir perdón a la iglesia por lo que hizo y a algún político, muy democrático el, pero olvidando lo que hizo su padre.

    Saludos.

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  4. No cabe en la mente del fascista el rectificar

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  5. Hay que ser un santo para poder perdonar ciertas cosas que dejan cicatrices sin cerrar.
    Cariños en abrazos.
    Kasioles

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  6. Es tannnn fuerte que cuesta trabajo olvidar y perdonar.

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  7. Por eso no me ajunto con el clero ni los que portan armas como herramientas de trabajo, por muchos uniformes legales que lleven... :(
    Besos y salud

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  8. me has hecho llorar, desgraciada. Vengo de la ESMA, del acto, Escuché a Estela de Carlotto, a quien admiro. Ella con una indirecta, dejo claro que no comulga con el papa. Literalmente, estoy llorando. Gracias, Eva.

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  9. ¡Ojalá hubiera justicia, Madreselva.
    Salu2.

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  10. Yo en estos casos ni perdono ni olvido. Además, el perdón suena a la maldita comedera de coco judeocristiana que arrastramos hace siglos.
    Un beso, querida Eva.

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  11. Quisiera que algunos argentinos, compatriotas míos que les dicen, lean esto, quiero eso. Hay que ser muy mal nacido para festejar la muerte y la amargura de una madre o una abuela. Y los hay... cómo se puede perdonar a un energúmeno de esa calaña? Un abrazo, me emocionaste. Ayer ya me había emocionado en el acto que se hizo en mi provincia (Chaco), pero le pusiste una preciosa gota a mi cuore.

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  12. Pues eso: sin comentarios.
    Con besos.

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  13. Hace muchos años, creo que aún no cumplía los veinte, conocí y tuve la primera charla mano a mano, con una joven que había sido presa y torturada por la dictadura de mi país y luego de varios años, liberada. Tenía casi mi edad y el cabello casi completamente encanecido. Toda ella era la imagen de la desesperanza, de un cuerpo sin vida, que apenas se movía. Me pregunté mientras hablábamos y después, incluso ahora, si es posible perdonar la vileza, la iniquidad, la infamia. Me lo pregunto ante cada personaje femenino que investigo, ante cada archivo cerrado de la historia, ante cada aberración en nombre de lo que sea. Porque el perdón suele venir acompañado del olvido, y éste es el verdadero imperdonable. El Olvido -con mayúsculas- hace que -como bien decís- la Historia se repita una y otra y otra vez y estemos condenados al tirano de turno.

    Acabo de recibir tu otro correo y aquí estoy, enfrascada en el recuerdo de esos ojos oscuros y opacos de la sobreviviente. No la olvidaré, no olvidaré la historia de mi país ni la de los otros países donde se han cometido crímenes contra la humanidad, no olvidaré tu artículo escrito con pasión y no olvidaré porque lo único que puede construir un futuro para todos, es la Memoria.

    Te quiero y te abrazo con todísimo mi cariño!!!!

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    Respuestas
    1. Y yo...
      No sabés cuánto, Ché....
      Cuánto me gusta rodearme de mujeres que responden a mi altura.
      Sos alguien importante para mí,
      Y me arrodillo ante este comentario.
      TQ desde que te conocí Susana.
      me gustan las grandes mujeres.
      Y vos llevás nuestros cuerpos en tu pluma.
      Gracias, cielo.
      Te beso.

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  14. En casos así no cabe perdón ni olvido; ni olvido ni perdón.
    Al menos yo no perdonaría jamás.
    Ni creo que nadie que lo ha visto sufrir o sufrido, pueda decir que perdona
    Hasta ahí no llega, no puede llegar la bondad.

    Besos

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  15. Si la Iglesia tuviese que pedir perdón por las atrocidades que vienen cometiendo desde hace más de dos mil años, necesitarán otros dos mil para pedir perdón. Hay cosas que son imperdonables. El perdón solo sirve para tranquilizar la conciencia, pero el mal que se cause ya es irreparable.

    Besos EVA, y gracias por tus comentarios.

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  16. Suelen exigir el perdón y el olvido los verdugos...
    Besos.

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  17. No es posible el olvido sin que se haya hecho justicia antes. El perdón puede concederlo generosamente el damnificado, pero nunca imponerlo ni exigirlo el verdugo impune.


    Bss

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  18. Ni perdón, ni olvido.
    Por lo que se ve, tampoco justicia.

    Un beso, Eva

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