VIDA

V alle

I ndómito

D ádiva

A bsurda

Recojo como migaja este instante, de lluvia, y sol, de viento y aire que agita las alas de las luciérnagas, de bocas mojadas que pasean su lengua por labios de espuma hasta morder las nubes, allí donde yace la eternidad de los silencios que aúllan lo que los corazones amagan en latidos. Desde la distancia escucho el tuyo, que aún late como la vida, aún silenciado hoy de razón sigue jugando al escondite con las palabras de tu boca aterida de recuerdos, que estrujados, crees que hasta se andan burlando del olvido.

Luego dejo esa migaja por las veredas, y un pájaro hambriento, se lleva mi camino de retorno en el pico. Y paso a paso, desoyendo mis huellas, sigo haciendo y deshaciendo camino,  desbrujulando el infinito.