Tu boca yaciendo* en la mía. Lenguas bañadas en el vaivén de sus olas de sal. * yacer, aquí entiendase en su cuarta acepción RAE.
Lluvia.... en el asfalto, en el cielo, de una noche de verano en tus ojos, en mi mirada... cuando de pronto, un latido de sol nos regala un nuevo despertar.
no puedo más que sonreir cada vez que amanece esta canción en mi mente
ResponderEliminarAnd here comes the sun too...
ResponderEliminarcuando tu vienes jajaja
Love for you :)
Besos y salud
Muy poética tu entrada me fascinó.
ResponderEliminarBesos Eva.
Concreto, discreto, sencillo, apasionante. Genial.
ResponderEliminarel de verdades no viene nunca*
ResponderEliminar*hubo un tiempo en que igual daba viniera o huyera el sol. !!!!
Bs Eva
Breve sensualidad sin tiempo.
ResponderEliminarDe la canción de Harrison no diré nada.
Un beso.
¿Todavía no te has terminado la sandia? jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Precioso.
ResponderEliminar¡Bello!
ResponderEliminarDespués de la lluvia
sale el sol
y todo reluce.
Un beso
Interesante esa cuarta acepción... Que intensa, me hace ver la lluvia en su acepción muy oculta... Como siempre, me dejas alusinando.
ResponderEliminarBesos querida.
Despertar a la luz de la pasión. La lluvia es lo de menos, acaso, el complemento.
ResponderEliminarBesos
Que llueva, que llueva, pero despacito.
ResponderEliminarSalu2, Madreselva.
Yacer en su cuarta acepción con la lluvia y después, el regalo del sol.
ResponderEliminarNo está mal.
Es una promesa en espiral. Al fin y al cabo, los bucles existen.
Poesía, querida Eva, eres pura poesía.
Besos grandes