Esos pies son así de naturales, sean torcido, o sufren dos esguinces como dos soles. Efectivamente como la canción. Por cierto que sería de esa criaturita de Emilio José, porque seguro que llevará ya varios años cobrando la pensión.
Eso me preguntaba yo... ¿Murió ya o qué? Será de la quinta de la Karina por lo menos... El caso es que buscando canciones sobre Ni contigo ni sin ti, me salió él. :) Besos, Rafeta.
Quiero y no quiero, contigo y sin ti, un columpio indeciso entre la duda y la confianza, esas ganas de lanzarse y el miedo a caer, la incertidumbre del sentimiento. Quien no haya pecado de eso que tire la piedra o no. Feliz jueves.
Somos tan contradictorios que no nos entendemos ni a nosotros mismos...
ResponderEliminarSalu2 sin contradicciones, Zarzamora.
Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedios.
ResponderEliminarEsos pies son así de naturales, sean torcido, o sufren dos esguinces como dos soles. Efectivamente como la canción. Por cierto que sería de esa criaturita de Emilio José, porque seguro que llevará ya varios años cobrando la pensión.
ResponderEliminarBesos abrazos y achuchones EVA.
Eso me preguntaba yo...
Eliminar¿Murió ya o qué?
Será de la quinta de la Karina por lo menos...
El caso es que buscando canciones sobre Ni contigo ni sin ti, me salió él.
:)
Besos, Rafeta.
EVA aún colea el amigo Emilio José; y coño que me acabo de enterar que es primo de Julio Anguita.
ResponderEliminarMás besos.
Vaya!!!
EliminarGracias por la info.
Más, siempre más.
Contigo porque me matas y sin ti porque me muero.
ResponderEliminarBonita entrada para hacernos pensar....
buenas noches, guapísima
mil besos pero contigo
Si es que los seres humanos somos los bichos mas contradictorios de la creación :)
ResponderEliminarBesos y salud
Quiero y no quiero, contigo y sin ti, un columpio indeciso entre la duda y la confianza, esas ganas de lanzarse y el miedo a caer, la incertidumbre del sentimiento.
ResponderEliminarQuien no haya pecado de eso que tire la piedra o no.
Feliz jueves.
El eterno debate...
ResponderEliminarBesos, querida mía