No sé por qué,
no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.
De, Cortar este dolor ¿con qué
tijeras? M. Hernández.
Anoche ya no cubriste mis ausencias de piel ni de ron. En el letargo ya
cansado de mi voz, que arrastra la cola de la soledad y el desengaño te busqué
en tu rincón de siempre. Pero no estabas. Esperé en el umbrío soliloquio de las
notas del piano la dulce mirada con la que siempre que canto me acompañas. Pero
fue en vano. Entre la penumbra del alcohol y las rosas ajadas por el abandono y
la dejadez vital de los que ya hemos vendido nuestra alma al mejor postor
estuve esperando que me ofrecieses el penúltimo trago y levantases tu copa por
mí mientras entonaba esa canción tuya, y con la que ya suelo cerrar el
cansancio de este hastío que me corroe cada noche que columpio algún
trasnochado bolero.
Saco la mano de regreso a casa por la ventanilla del taxi, y pienso en la
luna de Valencia, y la veo con las piernas llenas de estrías, repantingada en
el salón de un prostíbulo con sillones de terciopelo rojo, esperando que
alguien la saque de su hastío y se la lleve por un billete ya sobado a la
habitación de al lado.
Un gorrión y un halcón se besan el pico, mientras las
agujas de hacer punto se clavan en los huesos y la hinchazón se parece a esos
falsos nadadores que se ahogan en su propia orilla pretendiendo cuánto sabían
nadar, y al rescatarlos, ya son cuerpos entumecidos de un moho azulado con piel
fofa y llena de retención de líquidos.
Y en esas, me lo pienso mejor y le digo al taxista que dé la vuelta y me lleve de nuevo a donde le hice el
alto.
Entro de nuevo, y miento diciendo que no tenía sueño, y que venga, nos
hacíamos la última, que aún era muy pronto.
Y alzar la copa, es cuando al girarme veo en tu rincón de siempre a alguien alzando la suya e invitándome a la penúltima, y me senté con él mientras recordaba que nunca supe ni
me enseñaron que había de serle fiel a ningún hombre.
Es lo mejor no fiarse de ninguno
ResponderEliminar;)
EliminarEso.
Es una medio reposición actualizada. Es que la vida se repite, sin repetirse...
Y algo de elecciones y reflexión.
Alzar la copa y derramarla entre los sueños y la vida.
ResponderEliminarUn besazo.
Decir salud por lo pasado y lo presente y esperar por lo que pronto llegará.
ResponderEliminarBesos querida Eva.
La fidelidad...
ResponderEliminarPocos se la merecen.
Mil besos EVA.
Tu vida es una maravilla de dynamismo y emociones, la mia ahora es exactamente la del pinguino , claro del que se hunde !!!!
ResponderEliminarEl último trago es el que mejor sabe y más cuando,al darse la vuelta,se descubren nuevas perspectivas...
ResponderEliminarEse otro "último trago" (la canción) es ya inmortal, la cante quien la cante.Aunque ,para mi gusto, nadie como Chavela.
Un abrazo.
El último trago es el que mejor sabe y más cuando,al darse la vuelta,se descubren nuevas perspectivas...
ResponderEliminarEse otro "último trago" (la canción) es ya inmortal, la cante quien la cante.Aunque ,para mi gusto, nadie como Chavela.
Un abrazo.
Ole!
ResponderEliminarY preciosos dibujos.
Un beso.
Siempre genial amiga. Te quedan muchos buenos tragos que tomar.
ResponderEliminarBesos querida EVA.
Alzo la copa y brindo por este texto que lleva tu sello.
ResponderEliminarSalud!!!
Besos, querida Eva