Cuando el presente es aquel pasado remoto con alas que se tintan de futuro, y adivino de nuevo tu nombre, ése que ya no pronuncio y queda agazapado en un rincón del lateral izquierdo de un escondido nódulo del cerebro, masa etérea de tu boca que nunca besé sino en sueños, en ese recorrido
primigenio que nos perfora el alma y la posee, que nos perfuma lo cotidiano y le pega la vuelta a lo absurdo, a la soledad, cuando de nuestros silencios el humo obsesivo de cualquier tabaco penetraba en los pulmones y con la lengua vacía de palabras te musitaba el ansia de tenerte para mis adentros sin atreverme a pronunciarlo, soñándote en siluetas que giraban como sombras en un baile infinito de palabras a destiempo, de confidencias, de juegos que pintaban los muros de todas aquellas ciudades que jamás transitamos juntos, de este verano en el que no cesa de tormentear desde que tu alma y la mía por instinto vagan ocultas, alejadas de preámbulos, de luces que iluminan la carretera inaccesible de dos vidas vapuleadas por el recuerdo, y me digo que ni siquiera nos besamos bajo ninguna lluvia, que no hicimos más que desearnos la boca en los callejones del deseo y que aquel sol que acarició cada uno de nuestros encuentros acabó por ocultar nuestra historia como algo que no se acaba nunca de entender pero que tampoco cicatriza, y entonces me digo, que tal vez alguna vez, en ese ángulo recostado en el que sueles dormirte te abrace mi voz en alguna de esas canciones que te dediqué antes de conocerte, pues quizá sin saberlo, el destino, ese cruce de laberintos inhóspito nos besó en aquel entonces, que ya es hoy, y siempre y nunca y jamás, absurdos adverbios de tiempo, que nos alejan de una meta que construimos inalcanzable, como ese muro en tierra de nadie, y en la boca de la vida de un metro con salida única, y sin saberlo.
Y con mi voluntad hecha jirones me desgarro al pronunciar de nuevo tu nombre, y me abrazo a esa escuálida silueta de lo que fuiste como un alarido que se acalla en lo profundo, en lo más hondo, en esa etérea y resquebrajada palabra que se mutilaba en tu silencio. Me he comido todas las uñas por no hablarte, me he mordido los labios hasta hacerlos sangrar para no decirte que eras esa nube en la que colgarse y que verlo todo del revés era lo que le daba sentido a todo lo demás, que el tiempo se ha colgado de las saetas , y que, obsesiva, me escondo en el presente para que este tiempo que gira y grita y se muerde la cola, no nos aleje durante el otoño, y como aquella primera vez en aquella gran plaza, que me cumplas aquellas promesas que lanzaste al vuelo sin pensar que más tarde, cuando ya estuviese abierta a cualquiera de tus propuestas te pediría que me cumplieras.
Nos deseamos a destiempo, bajo aperturas con cierres y viceversas.
Pero la vida gira y ese temor a hacernos daño, borró de golpe todo lo escrito, y esa papelera donde se vacían los sueños, se perdió en uno de esos limbos de nadie.
Ya sólo le queda la última palabra a eso que llaman destino, esa idea que está escrita y desde que nacemos surca cada palma de nuestras manos, y en la que jamás he creído. Y de preguntarte por qué no te espero, súbete a esta noria, y gira, y gira, mientras tanto y como yo estoy viviendo, vive, vivamos...
Car la Vie est Rose, et lorsque mes yeux dans tes yeux, nous la voyons comme le premier jour, en Rose... que le monde tourne au tour de nous, que nous ne descendrons plus, pas plus bas... !!
;)
cuando el presente puede ser tan solo el hoy
ResponderEliminarel futuro no lo pienso el ayer me trae lágrimas maravillosas de su recuerdo
:))
EliminarAsí mismo..
Ay! me he quedado con una sensación de tristeza.... =(((
ResponderEliminarbesitos♥
No pensemos en el más de hoy
ResponderEliminarEs tan incierto
En rosa, en negro, la vida es un regalo...
ResponderEliminarEl aquí y el ahora, el ayer y el mañana y solo somos futuro a cada segundo.
ResponderEliminary bailamos en una vuelta sin retorno y siempre para arriba esperando que no sea para abajo.
Lindo texto.
Besos Evita.
Ya me la han jugado, no aparece el comentario que te dejé... :(
ResponderEliminarBesos y salud
En tu línea. Poco más que decir entre besos, lluvias, destiempos y fotos de Fellini.
ResponderEliminarUn beso.
El pasado puede ser una mochila o una flor guardada en un libro, según como lo vivamos. El presente, en cuanto nos descuidamos, ya es pasado. El futuro no está muy lejos, apenas unos pasos más allá.
ResponderEliminarPrecioso texto, querida Eva.
Un enorme besazo.
Besos y buen día.
ResponderEliminarEl presente es tan fugaz...
ResponderEliminarllenémosle
de maravillosos recuerdos
para el futuro.
Es un gozo leerte
mi queridísima Eva
¡Ay esas promesas que vuelan con las primeras hojas de otoño! Florecillas de primavera.
ResponderEliminarBss
me ha encantado!! tus letras y la versión de zaz!!
ResponderEliminarbesotes guapetona!!
Ya te leo con más tranquilidad, Zarzamora.
ResponderEliminar"Papeleras donde se vacían los sueños...", me gusta mucho esa expresión, Zarzamora.
ResponderEliminarLos sueños se exponen como "bibelots" en los anaqueles, luego, cuando te cansas de ellos, van a la papelera y finalmente se echan a la lumbre, como hacía Piaff con sus "souvenirs".
Me ha gustado el ritmo jazzistico de "La vie en rose".
Merci.
Las promesas... "como humo de chimenea, el viento se las lleva", que dice el refrán. Bueno, he quitado una pequeña parte.
ResponderEliminar"Hoy" es lo único real que tenemos y qué poquito solemos estar en él.
Maravilla de tema por ZAZ.
Besos mi Eva