Un inventario, para seguir inventándonos...

Inventario *.

A menudo, es aquella caricia inesperada que el olvido nos devuelve con el nombre y apellido de una memoria ya desmembrada.

A menudo, son los versos de una poesía en la que sus encabalgamientos se solidarizan con la metáfora de un haber traspasado las fronteras sin necesidad de contárselo a nadie.

A menudo,  es verme tras tus pupilas en ese espejo de la niña que fui, y que sigue brillando en tus ojos, entre bunyols de carabassa, repiqueteando en el aceite que le da vida a unas aguas como para chocolate.

A menudo, sigue alumbrándome tu “te quiero” como luz perenne, en este camino en el que sigues haciendo justicia,  marcha indemne que guía mis pasos, lejos de los monstruos que persisten en su ceguera, sin razón.

A menudo, es abrir agendas como paraguas, y seguir tachando nombres, ya sin  fragilidad,  arropada en una fiereza selectiva, en un : 
" Encantada de haberlos desconocido" y seguir camino, más ligera.

A menudo, bastaría con un "Vaya Ud a saber" …  o un "Disculpe",  pero somos carne de soberbia. Vanitas, vanitae hasta que un puñado de tierra o un soplo de cenizas nos separe. 

A menudo, somos tan menudos, que nos crecemos en las muestras del beneplácito de cualquier insolencia que nos tire un hueso lleno de cariño que nadie querría.

A menudo, menuda suerte la nuestra, la de poder seguir contándolo, y sentirnos vivos, ¿un año más?.

(*) inventario

Del lat. inventarium.

1. m. Asiento de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona ocomunidad, hecho con orden y precisión.

2. m. Papel o documento en que consta el inventario.