DEL OLVIDO Y OTRAS HIERBAS XIII

De lo inútil del olvido resguardado en el recuerdo.

 De balcones a ventanas...

Recuerda que muchos de los versos de mis mutilados o

dulces poemas fueron para ser acunados en el pecho umbrío

de tus vacíos.

Dime que no aceptarás a quien no crea que antes de ser tierra

fuiste arcilla.

Recuerda que la felicidad deja síndrome de abstinencia,

y que no hay nada peor que creer en quien nunca va a dejar

de defraudarnos.

Recuerda bien tus sueños porque acabarán siendo algún día

tus peores pesadillas.

No elijas a qué le tendrás miedo, porque de hacerlo, nunca

más podrás volar.

Huye de aquellos que te halaguen y de quien crea que te

necesita o que tú le necesitas.

Recuerda cuando vueles, que tus alas no podrán cargar con

más tristeza que la tuya propia,

y no alimentes la ilusión de quien sabes que harás caer como

yo también lo hice un día ni tan lejano.

Cuando la mentira se rompa en el cristal de la indiferencia,

recuerda que las promesas son pasados sin futuros.

Desnúdate y no temas ser frágil, sólo las corazas son

sentimientos oxidados

que acabarán por robarte la poca dignidad por la que aún

de/iendes tu escuálido instinto.

Recuerda que en cada esquina jugando a la gallina ciega se

esconde tal vez un sueño recién nacido,

y que los tesoros bien guardados, se pierden para siempre.

Pero  olvida cómo te quise

para seguir viviendo,

porque si me olvidaste como yo lo hice,

los recuerdos

de nada sirven,

son perdones

que el orgullo

hace mentir

en la egolatría

de aquellos  te quieros

no sentidos,

y (...) además...

mal guardados

y que no conocieron 

perdón alguno.