No anduvo bien aquel fin de semana. Y de aquel, ya van dos. Y los cuenta.
Y sonríe.
Y sonríe.
Cuando le mandaron flores desde el Interflora con una tarjetita que
rezaba:
-¿Recuerdas los aromas? Piensa en ellos. Y deja atrás el resto.
Es cierto que aún seguía sonriendo porque había asociado desde siempre los
lugares y la gente con el primer aroma que como impresión le dejó en la
piel.
Recordaba de Roma el olor del agua estancada en la fuente de la Piazza
Navona, y del estancamiento de las monedas, que como deseos, se congelaron en la de Trevi y nunca vieron el milagro cumplido. De París, el aroma que trasciende la humedad de la hierba recién cortada en los Invalides. De México, el de las
tortillas calientes en los tacos de canasta. De su cuerpo recién nacido, el del pan blanco caliente. De
Londres, el de un Soho perfumado con curry. De Madrid, el del chocolate caliente
con porras en San Ginés a las 5 de la mañana tras una buena resaca. De Barcelona, el de Boquería tras un paseo frente al mar y de vuelta al Raval. De
Praga, el del vodka con jazz en las bodegas y el de las sonrisas de un "děkuji " que sonaba a "des couilles"...
De Coimbra, el del licor de hierbas verdes con bacalhau ante el aroma de las togas que recorrían las plazas. De Lisboa, el de los fados y los versos de Pessoa. De Miami, el de los frijoles en la Sagüesera. De mi boca, el de la
ciudad que me vio nacer, el de la brea y el azahar. Y de nuestro beso, ese aliento del vaivén que en cada uno de nuestros labios, pasea nuestros suspiros. |
Y así iba, por ese deambular que besan los recovecos del cerebro y sin siquiera preguntarme cuantos más evocaría mientras seguía perfumándome antes de salir esta misma noche.
Ay Eva, ese disco lo teníamos en casa, no sé como no terminó rayado.
ResponderEliminarUn beso, y espero estés bien.
Lo estoy (bien).
EliminarYa nos vemos en breve... si la vida nos da tregua y podamos cumplir ese sueño.
Un beso.
Ganas de mostrarte un montón de cosas y en privado;)
Cada plaza en el mundo ofrece unos placeres particulares hasta por el que viaja solo(a)...
ResponderEliminarMi cerebro tiene aun traza de un cierto perfume llamado "Homme"....
Todos los lugares tienen su sabor
ResponderEliminarBesos
Yo soy muy de olores, es lo que me queda marcado cuando visito algún lugar o conozco a alguién, así que he disfrutado esta entrada mucho.
ResponderEliminarBesos.
Estaba esperando a ver si habías probado en Lisboa el "aguardiente de madroño", es el mejor del mundo mundial, y los famosos "Pastéis de nata" que con los de Belem son la releche en bicicleta, no se porque tu entrada me ha hecho acordarme de mis escapadas a Lisboa, aunque citas muchos sitios de los que me han quedado recuerdos, por alguna razón ignota, se queda en mi mente Lisboa, voy a tener que ir pronto a mi viejo restaurante favorito, "O caseiro", donde hacen un besugo de muerte... recuerdos... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Los olores son los mejores embajadores de los recuerdos.
ResponderEliminarUn beso, Eva.
Los olores y los perfumes, que lindo y que bonitos recuerdos. Me encanta la canción. Besos.
ResponderEliminarSegún leía me venían lugares con sus olores y sabores. Qué cierto, los lugares y las personas tienen olores y sabores diferentes.
ResponderEliminarQuedan en la memoria con su impronta y es para siempre.
Un olor o un sabor, de repente, nos llevan a aquel lugar a la persona, desembocando recuerdos.
Una entrada para disfrutar recorriendo lugares y olores, y para dejar que los propios hagan aparición.
Besos, mi querida Corsaria Rebelde.