ALGODÓN DE AzÚCAR

En la nebulosa de las incertidumbres ha viajado por esas gotas que sólo el olvido sabe definir.

Se ha caído susurrando desde el cielo, 

 tras navegar entre nubes de algodón. 

La imagen de la cabecera va dedicada a Ma gitane: Manouche. (clic en su enlace).

Esa lluvia fina e insulsa se cala en las venas de su esponjosa existencia. 
Ya ha absorbido las congojas de la melancolía bajo un vaivén de notas rotas. 
Bajo una sinfonía de desencuentros consigo misma ha estrellado los espejismos de un vacío huero y hueco.


Le arrolló la locura, la rozó, la olió, hasta incluso pudo tocarla. 
Esa frágil barrera casi llegó a traspasarla. 
Un abismo entre ambas líneas recorre la laberíntica soledad de los héroes malditos, de todos aquellos que quieren escapar de la mediocridad de la existencia, cuando ésta se aferra con garras de hierro e hiende la piel.

En esos casos se pregunta hoy, desayunando y una vez recompuesto el puzle, dónde se esconde la realidad y dónde se encuentran los difuminados contornos de lo absurdo que le toca cotidianamente vivir como a miles de terráqueos o de replicantes, en suma, todos peleles goyescos, dominados por todas esas manos que vapulean  la manta y que ni siquiera nadie sabe muy bien en qué ha consistido el juego en el mejor de los casos.

Gallinitas ciegas desarticuladas -unas y otras- transitando por la maraña de la neblina de su/nuestra enajenada mente difusa.

Ya de nuevo cuerda, o con la cuerda atada a los pies sobre la tierra, pegada a las raíces, al barro, a la arcilla, modelo/ o como todos modelamos de nuevo las entrañas, ora lloramos, sonreímos, nos pellizcamos, y nos susurramos que seguimos vivos, y nos amamantamos de raciocinios, de meras razones para no alejarnos de nuevo,  para no volver jamás a encontrarnos con la nada, porque hay alas que ya no vuelan, y miles de desiertos sin oasis,  demasiados días de cine sin besos e historias, infinitas, que nos dejaremos en el tintero por las mil y una razones que nuestro subconsciente quiera imponernos... pero todas ellas...  sin y por contar.

Y sólo porque, 
tal vez, 
cuando nos aúlla el corazón,
nos grita... 
tal vez 
y sólo por ello,
nos baste como razón...
y
no haya que dejar
que el/nuestra
 alma escriba...
nos escriba :))


Por eso: aquí sigo,
aquí escribo,
y me da igual ya
quien me lea
y/o quien no,
y/o a quien me 
siga leyendo,
agradezco.

Y es que va y hoy me siento como una tal Glup 2.O. 

Gracias Pedro, por tantos años, y escritos.

Y sí,  si escribimos es  sólo para nosotros mismos...
aunque yo te leo siempre..
pero no sé si  te vale
 :P

A mí, sí.





P.S. 
Porque no me canso de empezar de 0 (cero)...