DE TRISTEZAS Y PERDONES

La tristeza es bonita, pero un rato solo, desgasta demasiado...

La tarde se presagia con un nubarrón preñado que amenaza con parir en tormenta. 

Están todos sentados comentando el último libro de Juan, pero Pablo no escucha, está mirando cómo el humo del último cigarrillo que acaba de encender se difumina por el escote de la camisa de Laura.

Laura empieza a decir, mientras le pega el último sorbo al daikiri, que no sabe cómo decirle a Raúl que tiene una aventura.

Pedro la mira atónito y le dice sin pensárselo dos veces que ni se le ocurra contárselo porque lo perderá, que esas cosas no se cuentan, y que si por asomo Raúl se oliese algo que le mienta hasta el final.

Soledad  se inmiscuye en la conversación y le dice a Laura que sea sincera y se lo cuente, que ella preferiría saberlo y que la mentira en estos casos no suele durar mucho, y a la larga la que sufrirá será Laura.

Pablo sigue mirando el escote de Laura mientras vuelve a encenderse otro cigarro.

Laura se queda mirando a Pablo y  llega Raúl.

Raúl le da un beso en la frente a Laura, mientras de refilón le mira el culo a Soledad.

Pedro, cuenta un chiste de cornudos, y todos a carcajada limpia, se echan a reír.

Y es que, hoy te perdono más que ayer, pero menos que mañana…

Et sur la Tristesse…

La tristesse est une larme que l´on boit soit à grandes ou à petites gorgées,  selon les yeux qui continuent à la regarder en face,  les lèvres  assoifées  de tous ceux qui n'oublieront jamais cette sensation, toujours nouvelle, que l'on a déja mille et une nuit savourées. 

 E.M.