Cuando apenas acababa de comenzar el año para nosotros, y empezábamos a desempolvar los expedientes del año anterior, a llenar paulatinamente de nuevo el casillero, a programar conferencias para el año en curso, a reservar anfiteatros, a acoger a los estudiantes, a observar el desparpajo de unos y la timidez de otros, a dar la bienvenida a nuevos colegas entre cócteles y tentempiés -a los que ya no voy por la palabrería en la que se cuelga la infinita sombra de la hipocresía-. Llegó así un año más (si bien éste no pude asistir porque mi cuerpo no podía más) y les dejé que nos plagiasen los discursos, los que sintetizan la palabra y que disfrazan de elegancia cuatro estupideces. Hoy que los aplausos me lastiman, que los silencios cada vez más me llenan, y que contigo le sobran al tiempo saetas para clavarse donde quieran en mi cuerpo.
Sin sus más pero
con sus menos la vida sigue con mil delirios tintados de fresa y malva al ver
desfilar las ilusiones que se bañan en escupideros, aunque pese a todo nos
queda la satisfacción de un año más entre los dientes del lobo saliendo ¿indemnes?, ya que mantenerse en pie es un triunfo y un pulso ganado a la
intemperie donde germinan los sentimientos.
Es hora de tomar el
tren, desde la misma estación de siempre, de dejar la ciudad y regresar a otra
en la que nos cambiaron el nombre de las calles. Que de todo se cansa una,
hasta de abrirse el pecho a descubierto, de contar mentiras, de decir verdades,
de ficción y realidades, de expulsar y clamar voces, de lanzar un grito, y hasta de
vomitar nadas.
Ahora debo dejar que mis alas me abracen, y abandonarme a la belleza entre la música y aquellos libros que siguen sin rasgarme la sensibilidad escrita a mano.
En este instante, el tiempo es de Cronos, ese Dios impasible que nos muerde la impaciencia y nos hace cada día más humildes y mucho más vulnerables.
Me duele el pecho y la escritura que salda deudas entre tú y yo; recorro un limbo de calles sin nombre, una guía perdida en la ciudad sin manual de arquitecturas perennes, todo estaba en vilo tras un vidrio de azúcar y sal, y hay que tirar p'alante.
Que la vida sigue hasta donde nos lleven sus pasos.
Y porque sé que este noviembre, al regresar al anfiteatro, sentiré
ese cosquilleo que año tras año me hace sentirme viva al ver tras el cristal de
vuestras pupilas miles de futuros y sueños por cumplir de los que me haréis
partícipe.
Estrenamos una nueva temporada, tras bambalinas y entre bastidores, aunque cada vez quedan menos apuntadoras, "apuntadoros" y apuntadores.
Me calzo un traje de lentejuelas, y las luces tras la claqueta, difuminan una nueva ilusión por estrenar.
Mientras la vida siga...
nada como sentir el pulso de un nuevo arranque.
ResponderEliminarTú a tu ritmo. Besos
Cada día es una nueva temporada y el escenario, pese a ser el mismo, es diferente por eso de la importancia de la actitud que pones al apoyar el primer pie en el suelo por la mañana.
ResponderEliminarA por ellos, leona!!!!
Bss
No sabes como siento lo de tu discopatía, pero no sabes como me alegro de que ella no tenga nada que hacer ni con tu brillante manera de manejar el lenguaje, ni con tu inquebrantable actitud con la que afrontas el día a día.
ResponderEliminarEres una JABATA, prima.
¡¡¡Vamos a "jincarle" el diente a este nuevo curso que empieza!!!
Y sin hipocresías a cara descubierta, que el tiempo no hay que malgastarlo.
Un achuchón bien, pero que bien fuerte.
Me alegro de leerte llena de energía, con fuerzas para sostener el mundo como un atlante.
ResponderEliminarConfío en que tus dolores desaparezcan y te conviertas en una brillante trapecista que salte de verso en verso.
Un beso.
¡Contigo, no hay quien pueda! :)
ResponderEliminarBesos y salud
El sol no se cansa, querida,tu tampoco que tan das a los demas..;
ResponderEliminarQue la vida y el amor siguen !
Así se habla, nada de arrojar la toalla, en peores plazas has toreado y ahora tienes la sabiduría de esperar ese momento: por esos los años dan grado la vida sigue:pero a tu manera...
ResponderEliminarUn beso de martes otoñal :)
Adelante, siempre, Eva.
ResponderEliminarToca ponerse las ilusiones renovadas... por montera!!! Vamos!!!
ResponderEliminarMadrecita...¿ qué te ha pasado, por qué tan nostálgica?
ResponderEliminarTú podrás con eso, con esto y con aquello... toda esa fuerza que tienes te hará de empuje... y si flaqueas alguna vez, tranquila...yo te empujaré (pero con mucho cariño) ❤
ResponderEliminarBesitos amor.
Mis abrazos siempre.
ResponderEliminarDesafortunadamente el hombre se hace así, puede ser un defecto de la creación! Pero eso es lo que hace que otras personas tengan ideales, que le den sentido a la vida, es lo que hace que haya luchas en este mundo, ¡por un mundo mejor! ,
ResponderEliminarSoy franconphone escupe mí de mi español, un poco torpe.
Hola paso de visita mucha fuerza para todo y si escribes así es que la tienes Saludos muy cordiales
ResponderEliminarGracias a todos, rebeldes, por vuestra huella y comentarios.
ResponderEliminarMil besos.
Zarzamora:
ResponderEliminarmás pronto que tarde volverás a ese anfiteatro de vida, juventud, trabajo y algún que otro sinsabor.
Du courage!!!!
Salu2 novembriers.