Paris, Automne 2022. E.M.
Las hojas de otoño ya van yaciendo;
y en vendavales de cristal
fallecen en charcos de lluvia.
Revolotean a nuestros pies
los recuerdos que pasean
tiempo y espacios
mientras juegan al escondite
nuestros sueños.
Ningún dulce verdor
las hace renacer
en este asfalto
en el que, trémulas,
reflejan las ausencias
que no tuvieron primavera.
Y así,
como dos hojas muertas
huérfanas de savia,navegan tu alma
y
la mía.
A la deriva...
Merci, mon poète préféré: Prévert.
Nos arrastramos por callejuelas estrechas tropezando en adoquines otrora cubiertos de trazos indelebles intentando revivir imágenes incompartidas a través de oníricas páginas desvencijadas e impenetrables.
Anduvimos como pronombres que fluyen entre las sombras de las bocas que han besado sus silencios penetrando apenas en la profundidad de los deseos, en caricias fugaces disfrazadas de metonimias, reflejos de los párpados pegados de un instante recién nacido que se aferra a la existencia.
La memoria se diluyó entonces como las hojas que se pisan en otoño cuando a mis manos les faltan las fuerzas de tanto querer asir quimeras.
Y como las hojas de té, de otoños tardíos que se perdieron en el barro, resecas, ahítas de eternos monólogos que mi boca esteril acaricia en el desdén de la rutina, en la somnolencia de las hojas que caen y se mojan y se enmohecen y marchitan en el edén de las aceras de los pasos sombríos, encontré la memoria de tu aliento hecho carne...
Mina y mis italianinis en todos y cada uno de mis otoños: sei la mia vita!
Como cada otoño, y en este blog... igual porque Les feuilles mortes cantada por Yves Montand era la canción fetiche de mi padre.
Mi querida Eva, no sé si a todos les pase lo mismo al leerte, pero me gana la emoción, tus letras puro sentimiento, alma viva que que te toca y llega, la música que acompaña ese otoño que colorea de ocre las tristezas de mi piel, nuestros pasos y el camino...
ResponderEliminarMe voy con un nudo en la garganta y una lágrima que sin querer, asoma.
Un abrazote inmenso, chulis
Buen gusto tenía tu padre, "de tal palo..."
ResponderEliminarAquí parece que ahora empieza , así que has sido puntual a tu cita con él.
Te quiero, prima.
Beautiful post
ResponderEliminarMira tú que yo también hablé del otoño en mi blog. Y del verano y la primavera. Y esas tres estaciones las puse a parir. Ya veremos con el invierno si encuentro mi remota vena erótica, que seguro la tengo.:D
ResponderEliminarPreciosa canción en la voz de Laura, no la había escuchado..En cambio a Mina si, mi madre era una fan de los cantantes italianos--
ResponderEliminarOtoño me encanta sobre todo por la lluvia, por estos lares estamos de secano casi todo el año pero las hojas ya no me gustan tanto porque me tapan el camino:))
Otoño :ya hemos llegado a la plenitud del año con su luz especial...
Como especial son tus letra estimada Eva
Una hojarasca de abrazos otoñales:))
Es otoño de hojas, secas, nueces y castañas que forman el manto que da vida a tus palabras.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Un beso.
Hojas secas, nueces y castañas
EliminarEn otoño los árboles se desnudan para dejar la ternura de su caligrafía en las blancas páginas de las nieves...Besos!!!
ResponderEliminarZarzamora:
ResponderEliminarme ha gustado especialmente la comparación que haces entre las hojas muertas y las quimeras. Comparo yo esas hojas secas con las vivencias, que ya no volverán a ser verdes. A lo sumo, secarlas y guardarlas en el libro de la memoria.
Bonitas voces las de las cantantes que nos ofreces hoy. La francesa es más suave, la italiana más agreste.
Merci. Grazie.
Salu2 presqu'hivernaux.
Me emociona leerte y escucharte . Tal vez porque el otoño de la vida esta avanzando con sus hojas muertas y sus quimeras.....De vez en cuando viene bien algo de nostalgia para coger fuerzas . Es bueno sentirse desnuda para sentirse humana , solo humana.
ResponderEliminarPreciosa entrada dedicada al otoño. Un abrazo.
ResponderEliminarMe acabo de pegar un chute tal de otoño que me ha dejado listo para aguantar cuasicongelado de la emoción hasta la próxima traidora primavera que todo lo desarma, lo malo pero también lo bueno. ¡Qué belleza, per Dieu!
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