CUADERNO DE RUTA EN LA NAVE JUEVES 16 de NoV 23

 He visto a un hombre llorar en mi regazo durante esta, nuestra odisea.

Lo vi en sueños, apelotonarse en mis senos buscando esas palabras que buscamos todos y nunca encontramos...

Bailé con él un vals, pero con una frase de más mutiló los pasos de aquella bailarina que aun creía  ser entre sus brazos.  Y mató la magia... y aún así seguimos camino por distintos paraderos.

De puntillas, con un nudo de ilusiones, vomito mi último tango.

Pina Baush encadena en volátiles sedas mis piernas, 

Vallejo, me ruega que muera con él, el próximo Jueves con aguacero...

mientras Maupassant  nos susurra también  que debemos revivir nuestro último Horla/ o un Golem en Praga este invierno.

Y bajo el violín de un viejo judío, que me tatuó en la piel sus holocaustos,

sigo derramando besos,

y pústulas 

de sangre que de tan coaguladas no logran sangrar, cubiertas tras el abismo de unas putas venas que ya no tienen ni sangre, cansadas de desangrarse. 

He visto fosas comunes,

cuerpos amontonados en su agonía, implorándome que los resucitara...

Estrellas de David tatuadas en mi cara pidiendo justicia, y un ojalá no volver a aquellas cámaras de gas que siguen aullando su grito entre las ocas alimentadas para seguir haciendo foiegras .

He oído también a gente que ni me conocía tratándome de rata,  de hiena, y colgando mis venas abiertas sin perfusiones, en progroms. Y desde entonces, dejé de lamentarme, y empecé a devolver ojo por ojo y diente por diente.

He visto a Stéph, en el hospital con su premier sida,

A Arny, golpeado y sangrando a las 3 de la mañana, por poner la otra mejilla por maricón,

A Berny diciéndome que leyese a James y su Bestia en la jungla. 

A Carmela gritándome "Perdónalos, no saben lo que hacen"...

Pero soy una mala bestia, rebelde,  e inhabitable.

Y por si de algo sirve, os pido perdón, (sustantivo inútil, huero, hueco y vacío... porque de nada sirve)

si os habéis sentido heridos, insultados, mientras prosigo mi viaje en órbita,  lejos,  con Chagall y Artaud, en cada uno de los pasos que me queden por andar.

Y me puse esta música mientras dejaba el cuaderno de a bordo de hoy ... tras un día más, en órbita.