Andaban los tiempos recios. Tiempos de crisis, apocalipsis, días de juicio final. Lágrimas y llamamientos al Padre. Vacío, mísera vida, humillación y mutilaciones.
Roger Mayne,1957
La guerra estaba ahí. Presente, clamaba su presencia entre aullidos, desgarro, olores putrefactos, silencios de revoluciones y rebeldías. La lluvia de bombas persistente. El porvenir incierto.
Dolores Auxilio rompió su alcancía y se sumió a las sórdidas cuentas de sus exhautos ahorros.
Su marido la miraba por el rabillo del ojo. La observaba silente y cabizbajo.
El crucifijo pendía de un clavo oxidado. Ya no le servía ni rezar a la Dolores. Ya no le salían las cuentas del rosario. Otra semana más y con el mismo San Benito y las mismas desteñidas cuentas.Un sol de justicia le quemaba la sien cuando pensaba en los hijos, los nietos, las colas en la sopa boba. -
Pensó en la monotonía, en el vino salvador que acompañó las horas de su Manuel y en los vasos que compartieron juntos. Y entonces aquel vino se le hizo vinagre, sangre que no llenaba su vasoconstrictor.
Se levantó arrastrando sus pasos hasta la cocina, adobó el guiso con pétalos de flor para perfumar la rutina y el desencanto. Un aroma voló por los cinco sentidos al sacudir el polvo de tanta dignidad a cuestas. Cerró la puerta y cubrió la joroba de Manuel, apartó sus manos de las suyas y roncaron a dúo el sainete de un nuevo milagro. Porque así bautizaron en su día a su única hija. Ellos que aunque ya no esperaban milagro alguno, vayan a saber el porqué, aún seguían esperando deshipotecar el futuro.
Zarzamora:
ResponderEliminarcomo dice el protagonista de "El planeta de los simios": "Malditos sean, maldigo todas las guerras".
Salu2 pacifiques.
Ojalá, pero mucho me temo que no hay paz para los malvados....
EliminarBises im'chalà!