Ayer,
tras la ventana, mientras las gotas de lluvia descendían en modo "slow" traviesas y risueñas, recordé hasta qué punto la felicidad engendra y conlleva su síndrome de abstinencia...
¡Ay, Zarzamora!¡Nunca se está a salvo de un ataque repentino de melancolitis tremens!¡Y lo que cuesta reponerse!Salu2 sans pluie ici.
La felicidad está hecha de un material fungible que llega a dinamitar los sueños en breve.Un beso.
Gracias, Diego e Ilduara.Como la felicidad esta entrada fugaz, se eva-porará...La bise, Un beso a ambos, dos.
Los comentarios nuevos no están permitidos.
¡Ay, Zarzamora!
ResponderEliminar¡Nunca se está a salvo de un ataque repentino de melancolitis tremens!
¡Y lo que cuesta reponerse!
Salu2 sans pluie ici.
La felicidad está hecha de un material fungible que llega a dinamitar los sueños en breve.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Diego e Ilduara.
ResponderEliminarComo la felicidad esta entrada fugaz, se eva-porará...
La bise, Un beso a ambos, dos.