En la espera se disuelve el te quiero, se amamanta el olvido, se silencia el grito, se agolpa el silencio.
Galopa el resabio del porvenir incierto y el solitario suspiro se ahoga.
Y aún así en la espera te siento agridulce, mientras te espero:
Octubre, Octobre. October.
Las hojas de los árboles golpean el asfalto y mis pisadas ante su crujir, regresan al recuerdo de esta nueva estación que acaba de desperezarse, asomando su respingona nariz.
Nuevas ilusiones, viejas caras, recién nacidos alientos. De nuevo caerá la lluvia fina en el rostro, en un infinito de flamantes rostros perdidos en sus absurdas quimeras.
Dejo atrás viejos réquiems, adagios, recuerdos de las acompasadas letras para entonar nuevos boleros.
La lluvia persistirá en la sien, golpeará las difusas y las corcheas. Los viejos poemas de amor roídos se los llevará el último candor perfumado de un ajado rocío, mecido en los pinares de la quemazón, carbón de tiznes tatuados en la piel.
Besaré esa boca a escondidas, la besaré tras el cristal opaco de oscuros silencios.
No me dejarás una Muerte en Venecia, viendo sudar mi tinte negro chorreando por mis mejillas, solitaria, contemplando en una playa el efímero placer de la belleza, no, no me dejarás. Moriré en París, con aguacero…
Perseguir la belleza puede arañar el alma.
ResponderEliminarOctubre, para mí, presenta una luz que muestra la decadencia del espíritu.
Un beso.
Zarzamora:
ResponderEliminarvolverán las oscuras hojas al balcón,
el viento fresco aliviará las noches,
el cambio de hora nos fastidiará,
Venecia seguirá ocupada por hordas de turistas
Y los exámenes caerán como lluvia sobre los estudiantes
Salu2 étéautomneaux