Padre, hoy, como ayer, nada que celebrar; los cuervos y las hienas, siguen revoltoteando y bailando sobre una patria podrida. Parole, Bla-bla, dime papá pero qué coño¿qué celebran?
Me diste la fuerza, el alma, la incredulidad y el aliento, la fuerza insisto, y el desgarro.
La libertad sin castigos, las alas, el cimiento, la soledad y la instrospección.
El latido, la rebeldía, la copla y el pasodoble, el fútbol, la vida, la humildad cubierta de arrogancia, las astas de un toro, el desparpajo, la cultura, mi francés, la guitarra sin solfeos, el piano a medias, mi literatura y mis sueños, Roma, París, y los viajes que nunca me prohibiste. Los comics del Capitán Trueno, los libros comprados en el Rastro en la Plaza Redonda los domingos y el bocata de calamares. Los baños cómplices en la Malvarrosa a las 6 de la mañnana antes de ir al instituto y la universidad y tú a MACOSA, nuestras risas, el tapeo, las verbenas...
Me diste un yo cargado de futuro y de presente prometiéndote no olvidar el pasado del que llegaste.
Quijotes desprendidos de un árbol cargado de realidades.
Sin golpes, y siempre cómplices de gacetillas y de radio. De aquellos cigarrillos Ducados fumados a escondidas, de canciones cantadas a deshoras Al Vent, o frente al Mediterráneo en las hogueras.
Padre.
Hoy ya sin ti ese pan que me como no me sabe a nada cada día.
Nada que celebrar hoy cuando hasta el olvido quieren arrancarnos de la Memoria...
Reposición necesaria, contra el OLVIDO desde la apertura de este espacio; clic en el enlace.
PS: No he vuelto. In Memoriam...
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Rebeldes que dejaron su zarzamora