Hablamos del tiempo
como medida exacta de nuestras vidas, y tal vez no sea ni un tanto así. La
abstracción de instantes de los antes y después es una simple metáfora que
adoptamos, inexorablemente, para acelerarlos o detenerlos.
Ese caballero
despiadado y a la vez remolón y juguetón
jamás podría correr más que uno mismo. Sencillamente porque es un simple
aturdimiento de nuestra huida, y no de la de él.
Recorrer las distancias y los anhelos sólo queda en el recipiente del deseo o en la ansiedad.
Recorrer las distancias y los anhelos sólo queda en el recipiente del deseo o en la ansiedad.
Y así me gusta
bebérmelo, a sorbos, a traguitos chiquitos, o bien de un golpe. A menudo he pensado que
el tiempo era como un buen trago, que a veces marea pero no termina de embriagarnos. En la barra del antro, la
música bordea la piel, y nace un trago cargado de ambrosía y un nuevo acólito que
mira a los ojos con profundidad, y entonces, el deseo se yergue apasionadamente
y la inquietud revuela por los labios secos que necesitan ser calmados.
La otra noche así
entendí, viéndote en mis pupilas, que mi voz sólo llenó tus ecos. Y en el
suspirar de un dulce bolero acosté mi voz en la solapa de tu chaqueta, en un
rincón de tu sonrisa y en la sombra de tu pañuelo.
Aunque al salir, y ya,
cansada, apoyando mi cabeza en tus brazos, arrastré las lentejuelas hacia la
esperanza, pero esta vez me dijeron que al dejar el escenario, por primera vez
carecían de brillo y de piedad.
Tienes una habilidad impresionante con las palabras, que luego, una vez hechas letras, transgreden el espacio, el tiempo y la distancia, llegándonos a nuestro antro particular y en él, extendidas cual mapa, ir descifrándolas...
ResponderEliminarPorque solo tú sabes bien en qué momento te urgieron a parirlas, qué tiempo y espacio y cómo no, situación, te llevó a desarrollarlas.
Hay magias percibidas en un lapso triunfal, así como otras, quedan truncadas, algo doloridas quizás y sin embargo, con esa especialidad de un instante único.
No sé si me explico, porque yo soy muy asín...pero bueno, a mí me ha encantado tu relatar tu sentir.
:)
Besos muchos.
El tiempo marea a veces, si. Y lo bebemos como bien dices.
ResponderEliminarCrea a veces unos paréntesis que congelan todo.
Y se apagan brillos para que resplandezca ese "algo" que se siente, al que no podemos poner palabras.
Querida Eva, tus palabras, tu manera de enlazarlas... siempre talentosa y valiente.
Un beso enorme
"Y en el suspirar de un dulce bolero... y en la sombra de tu pañuelo" Dos líneas para enmarcar, geniales...como tú :)
ResponderEliminarBss
el tiempo es una medida que nos marca etapas
ResponderEliminarZenet uno de mis ídolos.
ResponderEliminarEs una gozada comprobar que el tiempo es susceptible de ser devorado o lentamente saboreado sin que se consuma mas o menos... :)
ResponderEliminarBesos y salud
El tiempo es como una mosca, molesto.
ResponderEliminarTu texto me gustó mucho.
Besos Querida Evita.
Ella era mi hambre...mi mal beber...uyyyyyyyyyyyyyy pero que rica era ella!!!
ResponderEliminarYa sabíamos desde mucho antes de Einsten que la pasión siempre sintió que el tiempo era relativo ja ja ja.
Me gustó este escrito, a luz de tu acostumbrada penumbra intimista destella un estilo lleno de sugerencias de vida.
Besos mi Cantaora!!!
Nunca había visto el tiempo como un trago, me ha gustado tu metáfora.
ResponderEliminarLos dos últimos parrafos los he releído porque me han parecido fantásticos.
Mejor tener un ángel negro y otro blanco para compensar los desmadres de cada uno de ellos, jejeje.
ResponderEliminarSalu2 angelicales, Madreselva.
También creo que el tiempo es muy personal, de acuerdo a como lo vivimos.
ResponderEliminarBonito texto
Un beso, Zarza.