domingo, 5 de enero de 2014

CON LA MÚSICA A OTRA PARTE



Los humanos llevamos cadenas sin saber que los eslabones se hallan sueltos.


Y cuando se acaba la Fiesta, soltamos delicadamente  la arena que metimos en un puño, y la dejamos deslizar suavemente entre los dedos. El tiempo ya se ha ido… y no obstante llenamos de arena de nuevo nuestros puños; y volveremos, aunque ya cargados de otros nosotros, y  ajenos a este yo,  que ni siquiera ya es.
Toca hacer maletas y regresar, y entonces  cargando los pocos bártulos que arrastramos, recogemos también  los instantes, los metemos en la bolsa con el cepillo de dientes, soltamos de nuevo las amarras,  y respiramos hondo. Nos llevamos en el bolsillo sólo lo justo:   una ola, una pizca de salitre, esa sonrisa que se pegó a nuestras pupilas en el bar de la esquina y a la comisura de nuestros labios como la espuma de una cerveza, y ese beso que sacaremos de paseo cuando nos falte el aire.
Luego nos reiremos de todo durante un nuevo vuelo, nos reiremos por dentro, para no insultar al pasado ni al recuerdo. Bailaremos con las alas rotas tal vez,  pero abrazaremos las cosquillas,  y volveremos a regatear con el  destino, a sabiendas de que las resacas sólo son un pas de deux con la vida que no cesará de darnos pisotones mientras soñemos el baile, el cual aunque apenas acabamos de memorizar y de aprender sus pasos, ya nos reclama bailar sueltos.
Siempre he soñado con el puño cerrado y el pulgar protegido, imagino que para que no se escurriera esa arena mientras dormía.
El tiempo es lo único que no nos espera, y por eso, ya  te cito  de antemano, y como  en el minuto 0.35 de esta canción, en el Pont des Arts… y luego, mientras vayan desfilando los créditos de una nueva película por estrenar y en el mejor de los casos con un buen travelling… en Bodycam, volveremos a soltar la arena de nuestras manos, en un andén, en un viejo espolón por derribar porque nos impedía ver el mar, o en ese muelle donde zarparemos sin rumbo hacia una vieja América que áun no haya sido conquistada, -con las horas viejas a cuestas, pero también con las nuevas saetas que se han de clavar como esquirlas-, y en las manecillas que vuelvan loco a cualquier segundero, o en los minutos de aquellos sueños aún tendidos frente al mar, y que dejamos arrugados y adrede por planchar.

                                              

   


8 comentarios:

  1. La arena se suelta siempre, pero no los recuerdos...
    Yo espero que los tuyos sean maravillosos y te hagan sonreír...
    Besos y salud

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  2. Se escurre la arena porque seria imposible seguir acumulando y dejamos lugar para lo nuevo o el recuerdo
    Abrazos

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  3. Estaré pendiente de esa nueva película metiéndole fuelle para que la candela se vuelva una candelada!!!
    Mi Cantaora un candente abrazo y besos, nos estaremos comunicando en este 14 ja ja ja

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  4. Igual que un reloj de arena que llenamos y vaciamos consumiendo tiempo.

    Un gran abrazo mi querida Eva.

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  5. Me he quedado reflexionando sobre la cita inicial y después de un rato, solo me queda pensar que el hombre no deja esas cadenas y escapa porque, como ser gregario, siempre ha de estar junto a otros seres y aunque esté jodido tiene miedo a estar solo.

    Un abrazo y que este año sea mejor que el anterior.

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  6. Oído cocina...
    Bon viatge pels guerrers!!

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  7. Qué bonito es eso de las cadenas con los eslabones rotos.
    No nos damos cuenta pero a veces es así, nos creemos maniatados y no lo estamos. Ojalá pudiéramos desatarnos con valentía.
    Salu2 sin cadenas.

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  8. Lo del puño cerrado? Y no será como para abrazar la vida, como cuando nacemos?

    Eso de llevar de regreso lo justo en los bolsillos me gusta,
    y ya sabemos que el corazón vuelve repleto de vivencias.

    Besos y bailar con todo, el año



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