jueves, 27 de marzo de 2014

De la tristesse et du pardon X. Abriendo ventanas... y ¿cerrando puertas?

Mari Huertas.

Difícil el reto que propones, la tristeza y la alegría son dos caras de la misma moneda, sabemos convivir con ambas. 
Pero...el perdón requiere mucha seguridad en uno mismo y mucha capacidad de amar, todos no somos capaces, de hecho creo que incluso quién dice perdonar, en el fondo de su corazón tiene dudas, desde luego depende mucho de la magnitud del daño o de la ofensa recibida.


Un besote niña. 









Lo sé y por eso hoy guardaré silencio, y me contento con nuestros pasos ya andados y nuestros correos compartidos.
Gracias, en todo caso por compartir, dolor, intimidad y confesiones.
Yo también te admiro.
Otro besote, niña.
Y dejo paso a mis comentaristas.
Y por supuesto a ti, la oportunidad de contestarles cómo, cuando, y cuanto te dé la gana.