A
menudo los silencios marcan su tiempo, y luego llegan los tiempos de silencio
que se abalanzan bajo ese deseo incontenible de sentir la mirada, las voces que
murmuran aquellos nombres ya desvocalizados
para decirles que ya nada será igual
desde aquel día en que los soles amanecieron tristes.
Demasiados nudos desatados que se atan de nuevo ante mi mirada exangüe y pese a la sabiduría de algún hábil marinero, y después, la distancia como único criadero de oasis, y construyendo puentes para huir y escapar para sentirse a salvo, puro instinto, y luego el pánico a releer viejos libros por temer encontrar aquel pétalo seco que quedó enjaulado en el libro sinónimo de heridas que siguen sangrando.
Demasiados nudos desatados que se atan de nuevo ante mi mirada exangüe y pese a la sabiduría de algún hábil marinero, y después, la distancia como único criadero de oasis, y construyendo puentes para huir y escapar para sentirse a salvo, puro instinto, y luego el pánico a releer viejos libros por temer encontrar aquel pétalo seco que quedó enjaulado en el libro sinónimo de heridas que siguen sangrando.
Y más
tarde, con esa jaula de recuerdos
sentados entre mis piernas, en este presente sin futuro, ya con la puerta abierta a los gorriones del olvido, intentar que con sus pequeñas alas nómadas logremos
volar lejos, muy lejos, hacia algún mar de China.
Y
ya allí, y sólo acariciada por miradas
oblicuas, abanicar horas e intentar
besar ese sueño eterno.
es tan emotivo que no deja margen a ser triste.
ResponderEliminara pesar de los nombres
de los desvocalizados,
a pesar del silencio del tiempo,
del tiempo de silencio..
para pensar, Eva, si algún sueño, por serlo, deja de ser eterno!!
Besos
Cuando los soles amanecen tristes...¡ay!
ResponderEliminarDifícil es que todo vuelva a su lugar, y aquellos enseres del pasado que arrebujados nos miran, se prenden a la tristeza como alfileres a la entretela del alma.
Que bien escribes, che.
Besos muchos.
Si hay que escoger mar, el de China no me mola, si me dejan elegir, me quedo con el Cantábrico, mi mar de la niñez...
ResponderEliminarPero volviendo a la realidad, este vídeo es cojonudo, me encanta, gracias niña...
Besos y salud
Hoy es tiempo de silencio (vi Family Love) me quedo con el regalo de música que nos has hecho.
ResponderEliminarMe ha parecido un texto diferente a lo último que has estado publicando, e igual de bueno, sugerente y con mucha chicha.
ResponderEliminarUn beso
Bellísimo texto, no se puede decir más, Zarzamora.
ResponderEliminarSalu2.
Hay amores absolutamente traumatizadores que no merecen la pena: da igual cuanto uno de, para el otro no es nada, lo suyo siempre es más.
ResponderEliminarNi siquiera saben hasta dónde llega el amor del otro. Ellos, ellos, ellos...que lo guarden.
Y si ellos van al Mar de la China Oriental, yo voy al mar de la china meridional, que es por donde sale el sol.
Tiempo de silencio, soles que amanecen tristes, son etapas por las que hemos pasado todos, pero no temas, somos demasiado fuertes y al final salimos de ese bache negro en que quieren enterrarnos los recuerdos.
ResponderEliminarMi niña, mañana o dentro de unos días, las dos veremos la luz de un nuevo sol.
Cariños en el corazón.
kasioles
Volar muy alto, muy lejos y muy dentro, hacia los mares interiores de la madurez, la paz y la sabiduría.... los recuerdos, inevitables, ¡pero selecionados! Sólo los buenos.
ResponderEliminarBss
No había oído la canción....wowwww!!! :)))
ResponderEliminarLos tiempos de silencio siempre traen esa introspección necesaria para soltar gorriones enjaulados.
ResponderEliminarMás allá de tus palabras, sensaciones en la piel de las vivencias.
Eres grande, Zarzamora...
Besos, querida rebelde
uuf, imposible no ahogarse...
ResponderEliminarUn beso.
Razones hechas palabras.
ResponderEliminarEmoción hecha canción.
Besos