Ya pronto sueño con plantarme estos tacones que me han regalado de buena mañana.
Porque si bien este otoño en París se está haciendo de rogar,
cuando caiga...
va a caer a mares,
y a mí me pierde lo de saltar charcos, chapotear,
y
lluviotear.
Por el momento con el canalillo al aire.
Ya tardas, que así ni melancolías ni nostalgias... con lo que me gusta a mí el melodrama otoñal.
Viva ese canalillo al aire. Y que cuando caiga lo que tiene que caer, te empapes de todo lo bueno que haya por allá.
ResponderEliminarPues, sí, vivan los canalillos y las que los tienen.
ResponderEliminarParís es única
ResponderEliminarY los canalillos magníficos. Siempre gustan recorrerse
Por aquí hoy a 30º y como llovió bastante días atrás la humedad es alta y hace un bochorno asqueroso, andando hoy aquí quedaria inundado cualquier canalillo...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
jajaja divino de la muerte este modelito de aletas con tacones... buuufff comodísimo y súper discretos ademas ...Ya tu sabes, Eva Mercedes de la Encarnación del perpetuo Socorro del corazón de Jesús jajaja Muaaaaaaks!
ResponderEliminarDices que vas con el canalillo al aire. A mí esas cosas me gustan más verlas que comer con los dedos. Por cierto si el agua por allí se resiste, mándame esa maravilla de zapatos para mi bicicleta de montaña.
ResponderEliminarBesos EVA.
¿Como va a llover en París si toda el agua se está quedando en nuestro Levante.?
ResponderEliminarDebe ser muy cómodo andar con esos zapatos en el Metro en la hora pico... jeje...
ResponderEliminarPor aquí esta primavera es muy lluviosa, ya caerá también en París y podrás estrenar los zapatos.
Gracias por la canción en mi idioma natal.
Besotes, Zarza.
No creas, no te lo digo en broma, el sábado pasado, ha caído tanto en esta ciudad, que si no fuese porque esos zapatos tienen tanto tacón, y me quedaría clavada con ellos al hundirme en la tierra, serían fenomenales para atravesar la cantidad de charcos que se formaron en un momento.
ResponderEliminarHacía mucho tiempo que yo no veía llover de esa manera.
Observando la fuerza que el agua tenía al caer, he escrito la entrada que he publicado hoy y en ella te menciono, guardaba algo, con mucho cariño, que una vez me habías enviado.
Te dejo un fuerte abrazo.
kasioles
me han encantado esos zapatos para días de lluvia... yo, por no saber, no sé últimamente ni que tiempo hace...
ResponderEliminarbesotes!!
Me encanta el otoño, como a ti.
ResponderEliminarY lo del melodrama, qué bien sienta para escribir :D
Eva, esos zapatos...
Besos, querida rebelde
nada: póntelos , que esto del otoño renuente va en cuestión de horas.
ResponderEliminarcálzate los taconazos esos, y pluviotea si es la lluvia. si no lo es, da lo mismo: imagínala. O te pasamos unos litrillos sobrantes de Este de Aragón.
*me encantaron en otoño. y pues de otoño nacida, ocres soy, y no verdores.*
ay, los Scorpios al acecho le andan
besos, y a taconear!!!!
Qué bonita palabra lluviotear¡¡ Un beso.
ResponderEliminar¡Hoy no llueve aquí!!!!!!!!! ¿Te llegó la lluvia? Me he pasdao la noche soplando nubes hacia el norte....
ResponderEliminarBss
pues por aquí se agradece este otoño suave y lento
ResponderEliminarBesos.
Sin dudas que vendrá con un plus...
ResponderEliminarOù est-ce que tu (canalillo) montres?
ResponderEliminar¡Que no pasa naaaa, que ya lloverá!
ResponderEliminarainsss
Me gusta mucho el verbo "lluviotear", Zarzamora.
ResponderEliminarVer caer la lluvia es muy bonito aunque, claro, días y días lloviendo debe ser un co...azo.
Salu2 lluviotea2.