Hoy París se desperezó así, grisáceo y brumoso, con cara de lunes...
Tormentas con viento y
lluvia. Pero, Ay Otoño, por fin llegas, y me empapo de tus hojas revoloteando a
mis pies, como cuando era niña. Y me lleno los bolsillos con las castañas
calientes que Walid, bajo de casa, en su bidón va preparándome en un cucurucho
de papel agujereado por las chispas que desprende el fuego de las brasas.
Esta mañana mientras tomaba el café frío en el balcón, con el rocío en los
huesos y el humo congelándose en las venas de la tráquea, sentí el rayo de mi
sonrisa galopando fugaz al viento formando arcoíris en mi boca, tras oír tu voz
en mis pupilas.
Empecé a leer las letras para esta noche, porque la noche del viernes es mágica, la voz ronca al oído de los ángeles caídos levantan el pliegue de la falda, los bares alimentan gargantas ávidas de licores coloreados por el absurdo sueño de los desencantos, mientras la luna le mete mano al sexo y a la soledad. Y tú, como cada viernes, borracho perdido, abandonado al humo de esquirlas diversas, sigues transitando por mi voz, en la espera de que alguien te ofrezca un pecho. En el extremo de la barra; donde todo se condensa, y luego te recuestas bajo la penumbra en el viejo rincón de siempre. Con la mirada perdida buscas mi voz mientras la tuya se baña en las últimas gotas de alcohol que se perfilan en el escuálido hoyuelo de lo que queda en la melancolía de tu rostro, y te acaricio con ella, porque no sé hacer de otra manera, como cada vez que vienes a buscarla.
Y París, como
cualquier ciudad, abandona su letargo cada viernes, esperando la caricia del
croissant caliente al despertar de un sábado de sábanas arrugadas, y de días
por compartir volviéndose a tatuar la piel, enredados en esas hojas que giran y
giran devorando el tiempo de la vida, porque París tiene ese je
ne sais quoi, que logra esparcir unas chispitas risueñas en lo más profundo de tu
mirada, y cuando ya paseas por sus aceras con el día de ayer arrebujadito en la
solapas de la gabardina entre la bufanda y la boina, así deambulando, y con la
lluvia cogida del brazo por sorpresa, con su desparpajo, cubriéndote toda, te
das cuenta de que ya aprendiste a lavar cualquier lágrima al sol y a disfrazarlas bajo la lluvia .
Imágenes, 1- EM, Paris au lever. 2- Javier H. Eva, charlas con el gordo.
Os dejo con la música de Zaz y París, y su último disco dedicado exclusivamente a París.
ay muero por París
ResponderEliminary con vos...lo multiplico por dos
Espero que la noche de viernes sea especial, con lluvia o sin lluvia; con hojas o sin hojas. ¡Canta y disfruta!
ResponderEliminarSalu2 lutécicos, Zarzamora.
Borracho perdido y a la espera de que alguien le ofrezca un pecho: si está tan tajado, igual el pecho ni lo encuentra y lo que hace es pegar un chupetón en un hombro. Pues nada si ya ha llegado el otoño a París, y hoy el día está gris, a disfrutarlo que a mí días así me encantan. Aquí esta mañana han caído tres gotas, pero ya está el sol fuera. EVA que disfrutes de la noche del viernes y del fin de semana en general.
ResponderEliminarBesos EVA.
A mi en cambio, el día me amaneció dolido. Le faltabas.
ResponderEliminarIgual que a París le falta su Edith Piaff.
Saludos, Eva.
Iguales que las de los viernes te deseo todas las noches majicas....
ResponderEliminarAun recuerdo el frío que pasé en París, y eso que la he visitado en Junio, hace tantos años.... Pero al volver en Diciembre el congelamiento era tres veces mas pronunciado, y eso que fui preparadísima y abrigadísima.....
ResponderEliminarLa mujer guapísima de la foto eres tu?????
besos y disfruta del viernes!!!
Si.
EliminarBesos, Karín y gracias, lo haré.
Yo me muero de amor por la voz de Zaza...
ResponderEliminarEl vídeo genial, lo malo es que con el del tren la gente que no conozca París va a pensar que pasa por esos lugares...jajaja
Besos y salud
un ratito en tren, otro ratito en París, otro, saludando de reojo a este otoño 'maltrazado', que se nos va a ir con la tibieza con que llegó!!!!!
ResponderEliminary el resto, anda, a disfrutar con Zaz. Que París, y que no cambie, siempre será!!!!
besos, Eva
Eva, pero qué guapísima está mi niña, por diooooo
ResponderEliminar¿Sabes?
Leerte a ti es como leer un libro de prosa poética donde versos abigarrados salen de sus trincheras liberados por tus manos y así, voladores empedernidos, sueñan al aire límpido y azul, se clarifican a nuestros ojos haciendo que nuestros sentimientos se adhieran a los tuyos.
Hasta consigues hacernos volar hasta tu balcón y mirar desde él esas ricas castañas ardientes.
Eres soberbia, jamía!!!
Besos de viernes parisino con ese no sé qué tan magnífico.
Una preciosura, con el largo pelo alborotando alrededor de la cara... y la sonrisa pícara, como muchos de tus textos.
ResponderEliminarLas castañas, deliciosas y tibias, saboréalas por mí.
Besazos y que el viernes venga bueno.
Ay, París... la rebelde, ZAZ, las letras de la rebelde, los viernes noche con letras de boleros...
ResponderEliminarAlcohol, vida, risas y la piadosa lluvia que disfraza lágrimas. A esa lluvia la bendigo.
Aquí las castañeras tienen una caseta. Siguen con el bidón soltando brasas. Se ha perdido el encanto del "aire libre", pero no pasarán frío.
Un TQ enorme
Quisiera poder cerrar los ojos mientras te leo para perderme en esa niebla mñagica, pero debo conformarme con una pausa en cada punto.
ResponderEliminarEl fin de semana se despliega ante tí, hazle todos los honores, preciosa
Tú haces que sean todas las noches mágicas, sin necesidad deque sea viernesy a pesar de que sea un viernes raro, como el de aquí.
ResponderEliminarUn relato cargado de figuras poéticas. Me gustó un montón.
ResponderEliminarLindo París.
Un beso Eva.
Jolines, Eva. Me emocionan tus palabras, me hacen recordar y entre el dolor siempre asoma una furtiva sonrisa. París.
ResponderEliminarBesos, querida Zarzamora
Concuerdo con que es "la plus belle fille du monde". Tras leerte, no puedo sentir otra cosa que envidia y unas ganas locas de volver, cuanto antes.
ResponderEliminarVolver a París, y volver más a menudo por aquí. Se acercan tiempos con más tiempo y lo estoy deseando.
Un beso grande, Eva
París y sus nostalgias y ahora que por fín el otoño ya se deja sentir eso es demasié mí querida Eva .
ResponderEliminarEsas charlas que tanto bien te hacen...!
Me encanta leerlas.
Besos de fin de semana y luneros porque por estos lares el lunes es fiesta!
Siempre es bueno leerte y vaya, genial lo que te inspira París, bienvenida sea esa inspiración mágica, saludos y que la pases hermoso amiga.
ResponderEliminarUn pellizco de la noche parisina se lee entre tus letras.
ResponderEliminarUn beso, guapísima
Paris ¿quién pudiera disfrutar de esa bella ciudad aún vestida de gris? no quiero morirme sin conocer la ciudad del amor.
ResponderEliminarHoy mi sábado también amaneció gris, lluvioso, como si fuera lunes.
Un beso enorme, preciosa.
... a pesar de todo con tus letras tú lo pintas tan bello, tan lleno de luz y de verano, es un placer leerte, Eva...
EliminarMäs besos.
Mil gracias, Eva, por acercarme los besos de Juan Luis Guerra, ya colgué la preciosa canción.
EliminarYo ahora te dejo los míos aunque vayan sin música, ya la pones tú jajaja.
Muackssssssssssss, preciosa, feliz domingo, lluvioso y gris por aquí.
Intimidad. Eso veo.
ResponderEliminarUn beso.
París sin ti no sería lo mismo....ni los viernes, ni los sábados.... ¡Y que llueva lo que quiera!
ResponderEliminarBssss
Las castañas de Walid son la gran aportación de ese mundo para nosotros lejano.
ResponderEliminarGrande Zaz, como los croissants de París.
Et oui paris sera toujours paris mais sans toi. Patate jeje
ResponderEliminarOhhhhhhhhhhhh!!!
EliminarQué ataque más gratuito!!!
Estás celosita, guapa?
je, je...