Él había puesto tres puntos
suspensivos a la historia, ella borró dos (...).
Golpea la marea por la senda de las caracolas, y a
mis pies, tu sombra se desliza como las nubes, etérea, enroscándose
por mi nuca y por mi espalda.
Es en estas tardes de regreso a casa en un metro que
huele a tantas vidas, que me perfumas el
andén pensando en cada estación en cómo
te muerdo la boca.
Otrora perdido el sentido en el antes y el después,
o en el nunca y siempre, todo sigue y se detiene ante la música desgastada de
un disco de vinilo que se funde como alquitrán en el asfalto de un ayer.
Y hoy, hechizada, mientras mi mente naufraga por cada
poro penetrando y exhalando con vehemencia los matices de tu piel, si del aletargado silencio gimen los
recuerdos del ayer, te dejo que les hagas un nudo marinero, que los metas en un
hatillo, y que los vendamos hoy como lo que son, harapos, y les saquemos luego la lengua, mientras contemplo
risueña cómo van extinguiéndose bajo la tenue y superflua luz de las farolas
del olvido, y ya cuando casi esté entre tus brazos, esta vez, sí te dejaré besarme en la terraza de un bar, con
la pasión de esos besos que se dan sin que se descorra el carmín de los labios,
y nos recorreremos luego como gotas que caen sudorosas por una cerveza.
Ya llego, y apenas te vislumbro al salir del metro, estás muy lejos. Tú estás allí y yo aquí, y te
hago un guiño, un ademán, y te muerdo entonces los deseos recorriéndote con la
lengua y relamiéndome, pensando en cualquier efímero rincón de tu cuerpo que
aún me falta por descubrir, y
alimentando el estéril paso del tiempo que no cesa de mecerse en las
deshilachadas horas que ya no cuentan, porque me respiro en ti, y me endulzas cada
hastío.
Hemos esperado tanto… ¿que acaso el tiempo no es, en
el fondo, nuestro mejor enemigo, aliado? Una atalaya de roídas saetas...
Y siguen los puntos suspensivos...
Ufff, que bonito viaje en metro aspirando el deseo de enrolarse en el mar sudoroso de la piel a ritmo de pasión y,¿por qué no?
ResponderEliminarDe amor.
Me ha encantado, aunque esto ya no es novedoso...
;)
Besos miles.
Ese principio es antológico.
ResponderEliminarEsa frase no es mía, Mª Jesús, me la enviaron y de ahí escribí el textito.
EliminarEs de un Anónimo.
Como me gusta leerte Zarzamora. Besos.
ResponderEliminarA ver si te llega el perfume de los cerezos... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Volvamos a agregarle dos... Un abrazo.
ResponderEliminarNadié cuenta conmigo, ni yo mismo...
ResponderEliminarTantos puntos que ya supuran los deseos
ResponderEliminarMejor los suspensivos. Uno solo es muy radical.
ResponderEliminarBesos, bella Zarzamora
Un viaje, una parada...... llena de deseos y sueños.
ResponderEliminaruna lluvia de besos
El tiempo; vuestro mejor aliado con los puntos que suman.estas vivencias.
ResponderEliminarUn abrazo guapísima.Los besis son los lunes luneros;))
Un viaje que se hizo corto, muy corto, y muy bueno para los que te leemos, pues continuarán esos puntos suspensivos... Romántico en extremo, esos deseos, esos abrazos a la luz tenue de las farolas, que si las has recordado nunca serán las del olvido.
ResponderEliminarAyyy la vida... lo bueno y lo malo todo tiene su belleza y el tiempo puede ser tu mejor amigo...o tu mejor enemigo. Ante ella vida en cualquier instante, ver la botella medio llena siempre es más esperanzador que aquella que tan sólo contiene telarañas.
En toda oscuridad siempre aparece una luz, aunque sea la de aquella farola... y no todo el monte es orégano, siempre hay unos brotes de hierba buena o Zarzamora...
Besos y ese abrazo preciosa.
Wauuuuuuuuuuu que pasada!!!
ResponderEliminarEso de los puntos suspensivos es en sí un relato sin parangón.
ResponderEliminarLo bueno es que los puntos suspensivos dan para mucho.
ResponderEliminarAunque sea en la imaginación del lector.
Precioso y apasionado relato.
Besos Eva.
Los puntos suspensivos siempre pueden ser también inciertos.
ResponderEliminarBesos EVA.
De esos harapos renacen sedas.
ResponderEliminarBesos, querida rebelde ;)
Mejor tres puntos que uno, pienso.
ResponderEliminarUn punto indica fin.
Tres puntos abren posibilidades infinitas.
Salu2 punteros, Zarzamora.