TODO ESTÁ OK.

Gracias.

Gracias por vuestros correos.  

Y sí. 

Sigo viva pese al atentado de ayer.

Y eso que ayer noche anduve transitando por los metros de Opéra y de ida y vuelta a casa, le escapé de nuevo a un atentado de los de cuchillo en mano. Pero "La Lluna, La Luna", me acompañó de nuevo en cada uno de mis pasos ;)

Avisan ya que lo próximo será tirarnos una maceta desde cualquier balcón... y qué mejor muerte que la de una flor que te parta la razón en dos y se lleve tu corazón a un crematorio donde solo estarán los que sólo tú misma/mismo avises por carta ante notario de que los deje entrar.  Los demás, esos falsarios y apóstatas que te siguieron porque... no entrarán. Puente de plata. 

Son ya cuatro atentados los que me rondaron y no acabaron por matarme/ ni a mí ni a los que más quiero.

Es lo que tiene ser una acróbata, o una funámbula que nunca supo si apostar  si por la muerte o por la vida.

Ayer me salvó la música, y un concierto del viejo Serrat.

Pude abrazarlo, y decirle, que los viejos sueños de antaño, pese a que ya ni comulgue con ellos, todavía entre las letras de un viejo piano, nos encontramos las viejas almas de un presente que ya no apuesta ni por un presente, ni un futuro, y que si aún sigue en pie, es para sanar las viejas heridas  de un pasado, que si bien, los más ni tienen en cuenta, y lo que no saben, es que sin ellas, hoy ni siquiera sabría/sabríamos  ni quien soy/ni quienes sois/ ni quienes somos.

;)

Os dejo mi canción favorita del viejo Serrat.  Ayer ambos concluimos, que hay una lengua: la del corazón,  pero que  luego está también la de la razón,  y que su simbiosis es/ o sería tal vez encontrar ese punto en el que el universo encuentre el orgasmo cósmico de  la armonía perfecta. 

:)