Me muerdes el aliento en el lívido letargo de esta caricia que no escampa cuando entre tus manos, y mi ombligo, de mi piel haces arcilla. Soy tu beso colgado en la nube de tu boca...
Deshaces cual sastre que viste sólo a mujeres elegantes mis deshilachados recuerdos mientras voy paulatinamente enhebrándote la boca a punto de cruz, rezándote a besos un credo en el que tu pan es más que mi pan nuestro de cada día.
Ni demasiado joven para recordarte, ni demasiado vieja para que me dejen de importar demasiadas cosas. Con la edad justa para decirme que no te necesito, pero ojalá y sin pedírtelo lamas esas cicatrices que no veo y dices que en tu lengua supuran, que me beses hasta que la boca nos separe, hasta que aprendas a hilvanar los harapos que visto, recosas a pespuntes, si bien torpes, la línea que cobija tu gemelo en mis puños revoltosos que te dan abrigo y te ahogan las yemas de los dedos.
No podría llevarme de ti más que esa piel que llora arrugas en tu nostalgia, la voz que bajo el eco enaltecido de un ayer susurra un viejo y recostado blues que resbala ya en nuestra piel como cualquier vetusto y desvencijado o desdentado recuerdo.
Demasiadas tierras incógnitas descubiertas para decidirme a elegir cuál de ellas me conquistó más sin ultraje alguno: presente, pasado o futuros; bocas, piel, huellas.
Soy poca cosa, y no poseo más de lo que he visto y he vivido.
Sólo soy mi impronta, mi cicatriz o mi huella en los cuerpos que me amaron, los poemas que escribí, trémula la carne y macilento resabio de limón en la cara oculta de una luna ebria.
Permanezco en la semilla de quienes se aventuraron por mi entraña, fruto de jazmines y almendros en flor bajo el esplendor de los cerezos.
Tras los cristales, la hojalata de los grandes rascacielos que nos corta y hace sangrar con su fino filo la memoria de determinadas cosas; alcanzada esta edad justa en las que las saetas de nuestros tic tacs aúnan ataraxias en nuestros atolondrados nidos, suben y bajan por ascensores de vidrio y metal aquellas nubes disfrazadas de nefelibatas almas que un día ni tan lejano como hoy, somos tú y yo acompasando el aroma de la mandrágora y el esplendor de nuestros pasos que parpadean como rimas caducas en la umbría sobriedad de este invierno bajo todos los alfabetos que invento para ti ante la llama de este amanecer cautivo. Se difumina ya cabizbajo en poemas rotos donde envejecen las ilusiones en deshilachados versos, tu yo y mi yo perdidos. Enhebro con el hilo del querer en tus labios todos mis besos, y algún remolón te quiero. Las luces intermitentes de tus pupilas me acorralan en deseos y bajo la enredadera de las aceras mis pasos arrastran resilencias de esa tierra incógnita en la que todos y cada uno de nuestros recíprocos versos sabían que acabaríamos creándonos un síndrome de abstinencia, sin promesas que de antemano fuesen pasados sin futuros, sin necesidad de vender la poca dignidad por la que defender aún nuestro escuálido instinto, porque tú y yo bien sabemos que nuestras alas no podrán a estas alturas volar de nuevo y cargar con más tristeza o más felicidad de las que precisan.
P.S.
En el vídeo donde lean Raza... es un ARSAAA!!!
Aynsss!!!
Hasta siempre.
Cuídense.
Allí donde residen tus decisiones
ResponderEliminarBesos
No hay mejor abismo ni acantilado
EliminarBesos
esto...
ResponderEliminarmmm...
ah...
ufff...
eh...
(Ahora regreso Eva, cuando sepa que decir...porque me has dejado sin palabras)
Vale?
Bueno, creo que ya...
ResponderEliminarA veces, cuando te leo (voy a intentar explicarte mi comportamiento, ok?)
antes de empezar a leer, tomo aire (para que luego no me falte), normalmente te leo en voz alta (para entenderte bien), voy sonriendo mientras voy descubriendo tus frases y en más de una ocasión, al terminar...he dicho: pero qué jodidamente buena que es.
(y esto ultimo también lo digo en voz alta)
Toda mi admiración, Eva.
Lo bordas.
Un besazo enorme.
Ufff
EliminarAy!
Aynnnssss!!!!
Sonrojo y sonrío.
Exagerá;)
Un besazo, cosa wapa, va de vueltaa!!
Hay demasiadas ocasiones en que la dignidad es inexistente... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Depende qué tipo de "dignidad"... o lo algunos entienden por el término mismo en sí ;)
EliminarBss.
Pasé antes, sólo con tiempo para leerte. Vuelvo ahora y veo cambios en tus posdatas ¿o lo soñé?
ResponderEliminarMe gusta leerte no sólo por estilo y las bellas imágenes que usas, sino porque siento que sale del corazón, y de las entrañas.
Besos, Eva
No había pulido la entrada entonces.
EliminarMe releo, y retoco ;)
Si así lo sientes, será??
;)
Besos, Alís.
Dificil borrar ciertas huellas ni el recuerdo de las "luces intermitentes" de tal pupilla. Escuchar à Sinatra y Dean Martin no ayuda...
ResponderEliminarNon, c'est vrai. Ça n'aide pas...
EliminarLo que va quedando, lo que va siendo. Lo que fue y nos hace.
ResponderEliminarQueda lo que atesoramos, muchos cosidos, alas que se abren y cierran según sople nuestro viento, y lo que realmente importa en este hoy que es puerto.
Desde el silencio de la sombra de un callejón cualquiera, te leo y leeré.
Besos, Eva, Corsaria.
Será que somos sastrecillas valientes??
EliminarSonrío.
Gracias Verónica.
Y un abrazo grande, mi Corsaria Dark.
¿ Y qué te digo yo ? Escríbeme un libro muy grande, para leerte dos días, tres o una semana ¡ no me cansaría ! Un abrazo y hasta siempre.
ResponderEliminarGracias Teresa.
EliminarY discúlpame por no devolverte todo lo que me regalas con tu presencia.
Un abrazo y hasta siempre que puede ser mañana mismo.
P.S. Lo del libro está ya en el horno, y serás la primera en recibirlo desde el silencio y sin reseñas, y sin que nadie sepa ni que se editó;)
Besos mi preciosa.
EliminarMe recuerda a "Colgando en tus manos"... Momentos para disfrutar, que además queremos que se eternicen.... a por ellos!
ResponderEliminarEstuve a puntito de colgar ese tema de Baute... ay!
Eliminarpero me dio por la rumbita ;)
Madreselva:
ResponderEliminarsiempre deslumbrante tu palabra. Tus palabras son miles de espejos que reflejan la luz en todas direcciones.
Me quedo con las últimas palabras, tan terriblemente tristes y bellas: alas que no puedes ya volar ni soportar más tristeza.
Salu2 envolants.
Murcianico, eso eres tú que me lees bien... sonrío.
Eliminar;)
Y te agradezco cada palabra, porque además la sé sincera.
Bizz envolées.
Tus textos se internan por una Terra Incógnita donde lo normal es hablar en sueños. Nos demuestras que se puede ir más allá de lo que conocemos. Sigue con tus alas, no pares de volar.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
:))
EliminarLo intentaré ;).
Besos oníricos, Borgo!!
Leo,flipo y me prometo a mí mismo volver a leerlo. Ahora toca salir de las cuatro paredes del refugio.
ResponderEliminarAbrazo Eva.
Venga, Joaquín.
EliminarVolemos!!
En breve paso a leerte, en cuanto salga del refugio:))
Abrazo grande, J.