De cuando el olvido era piel que dormitaba y ya hoy no es más que una vieja cicatriz que no supura…
Llegaste tú como una tromba de agua fresca...
manantial de mil sueños que no
saben ni aprenden
de aquellas pesadillas
que llevan nombre
de mañanas in-ciertos.
Cielo mío,
Recuerda siempre, o que tal vez, todos y cada uno de los versos de mis mutilados o dulces, o malos (y de los malos lo peor ) poemas fueron para ser acunados en el pecho umbrío de tus vacíos.
Dime que no aceptarás a quien no crea que antes de ser tierra fuiste arcilla.
Recuerda que la felicidad deja síndrome de abstinencia y que no hay nada peor que creer en quien nunca va a dejar de defraudarnos.
Recuerda bien mis sueños porque acabarán siendo algún día alguna de tus peores pesadillas.
No elijas a qué le tendrás miedo, porque de hacerlo, nunca más podrás volar.
Huye de aquellos que te halaguen y de quien crea que te necesita o que tú le necesitas, de los que creen que la felicidad es algo tan inaudito como el amor, y no la sorpresa de un nuevo "ama-nacer".
Recuerda cuando vueles, que tus alas no podrán cargar con más tristeza que la tuya propia, y no alimentes la ilusión de quien o quienes sabes que harás caer como yo lo hice contigo, pues nada hay peor que matarle las ilusiones a alguien.
Cuando la mentira se rompa en el cristal de la indiferencia, recuerda, que las promesas son pasados sin futuros.
Desnúdate y no temas ser frágil, sólo las corazas son sentimientos oxidados que acabarán por robarte la poca dignidad por la que aún defiendes tu escuálido instinto.
Recuerda que en cada esquina jugando a la gallinita ciega se esconde tal vez un sueño recién nacido y que los tesoros bien guardados se pierden para siempre.
Pero no olvides cómo te quise y te sigo queriendo, porque me matarías en el más vil de los recuerdos y ese perdón es el único que podría negarte.
Que yo te cantaré hasta arrancarme la voz en la sombra de algún antro perdido, en ese/en aquel lugar lejano donde habite ya el olvido pero perdura la memoria, vol-ando bajo una vieja canción más allá de nuestras sombras, cuando mis alas encuentren de nuevo esos hombros que por el momento andan confinados, para colgármelas...
Eres águila, Eva, y renaces en tu encuentro con el cóndor que ansía como propia tu libertad.
ResponderEliminarUn beso.
Tú que me lees con ojos de lince...
EliminarUn beso.
tus alas son poderosas
ResponderEliminarbesos
a día de hoy, no podría quejarme
Eliminarbesos
Ni podemos, ni debemos cargar más tristeza que la nuestra. Distinto es que nos acompañemos y nos demos aliento. Y cada uno con la suya, que para algo llega.
ResponderEliminarEstoy convencida de que no necesitas salir para poder volar.
Besos, Eva
Que 2021 te sea propicio
Cada uno/a a estas alturas de la peli, ya se lo monta sin dramas, la vida es una gran comedia...
Eliminar;)
Brsos, Alís.
Y que a ti, la Diosa fortuna te sonría en este 2021.
A esto le llamo yo: entrar con fuerza y eso es estupendo.
ResponderEliminarEsos sueños que sigan volando tan alto que esas alas los mantengan.
Te dejo mi beso lunero, aunque un poco más frío de lo normal(...) pero no deja de ser un beso.
Que frío hace puñetas:)
Vaya si lo es, volar, re-nacer o morir en el intento.
EliminarMientras no pierdan fuelle...
Besos calentitos, pues, Bertha.
Una belleza!
ResponderEliminarLa debilidad es fortaleza
cuando se lucha para conseguir
un sueño.
Mil besos
Gracias, Xanela.
EliminarNo lo hubiese podido decir ni tan bonito ni mejor.
Mil cariños y besos.
Vengo volando a traerte besos.
ResponderEliminarY voy volando a recogerlos.
EliminarLe Phénix renait toujours de ses cendres... et ton chant est toujours aussi beau !
ResponderEliminarBises.
Merci, ma gitane.
EliminarEt les chats ont aussi 7 vies... ;)
La bise, Manou.
Bueh. Je, je, resulta que cuando me dan un imperativo me lo suelo saltar a la torera... y creo que no pillaste el final.
ResponderEliminarNo te inquietes por mí, hace tiempo que solté el plomo por el viento.
Abrazo viene.
Lava tus cicatrices y aclara tu voz en el manantial de las alondras, Soledad Montoya... y deja tu corazón en paz, Eva, La Zarzamora.
ResponderEliminarBsss
Sé que me disculparás y de antemano si no pillo la relación entre el poema lorquiano de la pena negra asociado a todo el pueblo gitano en la figura-alegoría de Soledad Montoya con el corazón de la Zarzamora, una copla... en un antro del Levante que iba de boca en boca...
EliminarEn todo caso el (corazón) de, Eva, a quien conozco mejor que a estos personajes de ficción y de corrillo, late...y te dice que aún le queda traca por delante, y un tiempito de guerra y paz, y tal vez hasta alguna tregua (confinamiento "oblige") y acaso incluso alguna que otra alegría antes de jubilarse, ya que aún le quedan bastantes años por delante antes de que estos gobiernos se lo permitan (lo de jubilarse)...
Suertudo tú que ya andas jubilado de todos estos quehaceres, laborales, amorosos y demás; pero, créeme, si te digo que por el momento, y pese a todo, no te envidio ;)
Ay!! consejos te doy que para mí y mi consuelo no encuentro...
Bss de blancas alas que en tu corazón aniden.
Canta, Eva.
ResponderEliminarEs el único imperativo que pienso seguir...
Eliminar;)
Espero que encuentres pronto tus alas, Eva, y puedas volar tan alto como Ícaro pero sin quemarte. Si nunca sueñas con volar nunca te despiertas con alas.
ResponderEliminarAbrazos!
Borgo.
Me recordaste aquella ilustración y entrada que hicimos (Ícaro) :))
EliminarAbrazos!
Zar4zamora:
ResponderEliminar"recuerda cuando vueles, que tus alas no podrán cargar con más tristeza que la tuya propia".
Me ha gustado mucho esta frase-verso. Supongo que cada lector la adaptará a su momento y para mí es, valga la redundancia, triste. Ese pesar de volar pero sin poder aliviar el dolor porque, desgraciadamente, por más que lo intentemos, no podemos sufrir por otro. O los demás no pueden sufrir por nosotros. Tanto monta.
Ainsss, como sueles decir.
Salu2 volants.
Ainsss!!!
EliminarSonrío.
Y para muestra, la realidad...
Bises ailées, murcianico.