OTRO DÍA D'ESOS.

 

Hoy me levanté alegre, las palomas se habían posado en la barandilla del balcón, saqué el tirachinas, y pim, pam, pum. A eso sí que lo llamo yo, empezar con buen pie el día.

Me las fui cargando una tras otra, zas, plush, class, plumas fuera. Lo bueno de ser una tremenda hdtm es que no tienes amigos-as amigues, ni familia, ni nadie con quien compartir después todos estos instantes de efímera felicidad que anidan en tu gran corazón mientras el resto de los pajarillos cantan, y las nubes se levantan. Luego vas a la cocina y le hablas a las plantitas, les cantas, y les pones en bucle una recopilación de todos los blues habidos y por haber a ver si se mustian ya de una y así hasta te ahorras el regarlas o tener que hablarles por si te salen contestonas. Sales al ascensor y abofeteas al vecino que te dice cada mañana con una sonrisita socarrona “¿lloverá?” y luego lo rematas de un paraguazo. 

Alcanzas el metro por los pelos dando todos los codazos que puedes, estornudas sin mascarilla a gogó, le regalas un ramo de ortigas a tu  chico cuando te dice lo bien que te ves, justo hoy que vas de pena; llamas a tu peor amigo para darle una mala noticia, vas al cine a pegar chicles en los asientos cuando se apaguen las luces, y como la vida es tan bonita, y la ves tan de colores, vas haciendo grafitis sin arte  por las calles y te pillas un patinete o una bici y a hacer el loco/a/loque a ver cuántos peatones-as pea-tonos (estos son un caso aparte) te puedes cepillar saltándote todas las señales que vayas viendo, o yendo por la acera por si te pillas más y vas sumando puntos.

Y ya luego de esto te sientas a tomarte algo en un bar y de paso le robas el mechero a la señora de verde mientras va a hacer pis y te pegas fuego, que dicen que de las cenizas se renace...

                                                        Y otro día más.

Y mañana vuelta a empezar. 

¡¡¡ Ay, qué bello es vivir!!! 

Si todo es proponérselo, oye,  que este  futuro invierno con sus recortes y la Navidá que ya está disparada con sus arbolitos y sus Reyes por venir, menudo roscón nos puede dar de sí para ir ingeniándonos alguna que otra mala buena idea por bordar.

Pero esto hay que hacerlo como el de la canción.  ¡Ojo!

No dejéis nunca pistas...  

TODOS LOS HECHOS AQUÍ NARRADOS NO ESTÁN BASADOS EN HECHOS REALES.

Yo soy una niña buena...