viernes, 27 de enero de 2023

LA ALFOMBRA ROJA. LE TAPIS ROUGE.


 



Había pasado el fin de semana en casa de unos amigos.             Al regresar a casa y tras quitarse los múltiples complementos que el  frío le imponía llevar encima, se sentó plácidamente en el nuevo sillón que se acababa de regalar unos días antes.

Al principio les dijo que no iría. Demasiado trabajo, pocas ganas de campo y chimeneas, y ningunas ganas  de una de esas infusiones que a Elena tanto le gustaba prepararle.
Tras la insistencia de unos y otros y ante la llegada de unas incipientes fechas que hacía años no significaban nada para ella, volvió a negarse. Pero llegaron por sorpresa y los coches estaban esperando ante el umbral del patio.
-Ya sabes lo que cuesta aparcarse por aquí... así que date prisa. Sólo serán dos días. Te damos cinco minutos y te esperamos abajo.
La metieron en el coche de un desconocido. Alguien que también iba a pasar con todos ellos ese par de días en el campo.
Enojada por ese secuestro y la imposición de darle cuerda a una persona que jamás había visto en su vida, selló sus labios ariscamente y se prometió responderle sólo a través de monosílabos acompañados de una escueta y amable sonrisa.
Finalmente aquellos días no fueron tan insufribles y aquel ser con quien se mostrase tan huraña acabó hasta por resultarle interesante y tan contradictorio como ella.
De regreso a casa, en el mismo coche y con aquella esa ya otra persona que había empezado a vislumbrar, intentó despegar algo más que algunos monosílabos.
Se intercambiaron contactos, direcciones y alguna que otra sonrisa, esta vez más franca.
En el mismo sillón en el que dejó su cuerpo caer nada más llegar, veía ahora la alfombra roja  de la casa de campo.

Ahora sólo le quedaba barrer debajo de la alfombra, recomponer el decorado, y seguir barriendo hasta ponerlo de nuevo todo en orden y en su sitio.




17 comentarios:

  1. Soñar como dice esta bella letra,:cuando algo se fija en la vista cuantos primeros planos se ven...
    Umm veo que regresaste más motivada que fuiste eso es, chapó.
    Un abrazo y un tranquilo finde Eva

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    1. Es un relato cuya protagonista no soy yo y los hechos son pura ficción... pero gracias por la empatía. ¿Qué hubiese podido ser yo? Tal vez.
      Un abrazo y sereno finde, Bertha.

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  2. Un encuentro al azar, una conversación inteligente, un sueño de deseo, una alfombra roja en la que deambular como elegidos.

    Preciosa entrada.

    Un beso.

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    1. Esos encuentros al azar... suelen ser, cuando salen bien, como el caramelo en la puerta del cole ;)
      Gracias a ti por leerme.

      Un beso, Ilduara.

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  3. Esa canción desde que la sacó Zenet me tiene enamorada y me parece muy adecuada para el texto que has escrito lleno de expectativas.

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  4. Parece que fue interesante el fin de semana. La canción muy bonita. Un abrazo fuerte.

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  5. A veces, el día menos pensado... Seguro que se volverán a ver...

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    1. ...Cae la breva... todo es posible menos lo imposible (dicen) :))

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  6. Creo que todos alguna vez nos ha pasado que nos arrastran algún lugar donde no tenemos ni pizca de ganas de ir. Me gustó lo de secuestro e imposición. A veces pasa eso. Y a veces, también nos sorprende para bien.
    Abrazo Eva

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    1. Así es, la vida no deja de sorprendernos :))
      Abrazo, Judith.

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  7. A veces, por mucho que barra uno...
    Besos.

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  8. Zarzamora:
    al final el fin de semana fue prometedor. ¡A ver en qué acaba!
    Salu2 tapis.

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    1. No he previsto una segunda parte, no me des ideas... je.
      Bises balai, murcianico.

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  9. En frío da pereza, pero después no quieres regresar... (me pasó el otro día... ) 😉
    Besos amor.

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Rebeldes que dejaron su zarzamora