La luz como el guiño de un párpado, saluda el perfil de nuestras siluetas difuminadas, y la bruma espesa como telón de fondo tapiza el callejón.
Acorralada entre el muro de ladrillos y tu pecho, tu boca besa la mía.
Me adentro en ti cobijada entre tus manos que rodean mi nuca.
La acera se desdibuja.
A lo lejos suena la sirena de un viejo IKA Torino que a intervalos sacude la niebla de tu cuerpo a la espera de mi luz en el oscuro paladar de tu calle.
El tiempo se ahoga en el ron de la memoria.
Sobrio, el minutero recorre las caderas de mis sombras llenas de adioses abrazando las tuyas.
Sobrio, el minutero recorre las caderas de mis sombras llenas de adioses abrazando las tuyas.
Una muchedumbre de estrellas vaga entre las venas de las callejuelas bajo los meandros oscuros e infaustos de un puente instaurado entre tus manos y mis cicatrices.
Salgo taconeando por la ranura de la vieja calle y balbuceas mi nombre entre los adoquines.
Salgo taconeando por la ranura de la vieja calle y balbuceas mi nombre entre los adoquines.
Golpea el silencio.
El timbre de tu voz suena a amaneceres ciegos de ternura.
Las farolas se apagan.
La bruma se diluye...
Los inspectores de policía que llevan el caso, tienen apenas indicios de lo ocurrido entre mi pecho y tu espalda.
El timbre de tu voz suena a amaneceres ciegos de ternura.
Las farolas se apagan.
La bruma se diluye...
Los inspectores de policía que llevan el caso, tienen apenas indicios de lo ocurrido entre mi pecho y tu espalda.
Nuestros pasos perdidos nunca dejaron huellas...
Todos necesitamos a alguien a quien nos ayude a pasar a un segundo plano las cicatrices del corazón iluminándonos el alma con una sonrisa resplandeciente.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Un beso.
Y si es bajo sospecha, ya ni te cuento ;)
EliminarGracias, Ilduara.
Un beso.
Disfruto leyéndote.
ResponderEliminarMañana cada mochuelo vuelve a su olivo y te escribiré con tranquilidad y ganas.
Un abrazo fuerte , prima.
Es todo un honor y un placer compartido, Tracy.
EliminarTranquila, yo ando también muy liada y sin vacaciones...
Un abrazo grande, prima.
Cuántos secretos sabrá ese callejón,cuántos pasos cruzados...
ResponderEliminarBisous de lundi,Eve
Sólo él sabe... y lo cubrirá de bruma y niebla...
EliminarBisous lunaires, Berthe.
Siempre hay huellas.
ResponderEliminarBesos.
El beso crimen nunca fue perfecto ;)
EliminarBesos, Pedro.
Otro caso archivado.
ResponderEliminarExpediente XXXXL ;)
EliminarLa policía llega tarde, no hay huellas. Sólo las estrellas (¿Sirio, Vega, Aldebarán?) son testigos de lo que ocurre en el callejón. Silenciosas y discretas.
ResponderEliminarCreo que fue Uy Scuti la que dio el soplo. Hoy ya no se puede fiar una ni de las estrellas, Diego.
EliminarZarzamora:
ResponderEliminarpodría ser el principio de una película de cine negro. Me imagino en la escena a Lauren Bacall y a Humphrey Bogart.
La canción no la veo en esa película, pero ¿quién no ha tenido una vida cruzada en alguna ocasión?
Salu2 croisés.
Esa era la intención;) Podía haber puesto algo de jazz. Proponme una Sam-Dyhego y la cambio.
EliminarBises ♫♪♫, murcianico.
Zarzamora, como el cine negro se asocia, sobre todo, con Estados Unidos, creo que le vendría bien una pieza de jazz. No entiendo de música, así que, a falta de un título mejor, le podría venir bien el "What a Wonderful World» de Louis Armstrong.
EliminarSalu2 trompettiers.