lunes, 8 de abril de 2024

DE LA IMPORTANCIA DE LOS SUFIJOS.

 

DE LA IMPORTANCIA DE LOS SUFIJOS

Iba yo el otro día toa puesta al cadalso, pero como ya os comenté en otra entrada, París está imposible, y con esto de poner al día los metros para los JJOO el transporte público es caótico, tanto que cuando fui a entrar en el vagón muleta en mano, en lo que una sra de mi edad va y me empuja, y empieza a correr a ocupar el único asiento que quedaba libre. 


Los viajeros levantaron los ojos al cielo y suspiraron. En esos casos ni me suelo inmutar porque tengo un comodín: mi tarjeta de discapacidad, la cual me da prioridad para sentarme. Así que inhalé, exhalé,  saqué mi comodín y se lo planté delante de su caradura. Me miró, e ipso-facto se levantó como si llevara un resorte en el trasero y cambió de vagón en la siguiente estación. Los 7 viajeros con los que compartí asiento algunos alzaron el pulgar, otro me guiño un ojo, una señora hasta me regaló una sonrisa de las pa enmarcar. De los 7 todos me alabaron el gesto excepto mi compañero de viaje a quien tenía justo a mi izquierda, un asiático que ni se inmutó,  siguió con los párpados silenciosos y los auriculares puestos como si nada asistiendo inmune a la escena.

Saqué mi libro de coreano para seguir con el hangul, y empecé a repasar mi lección para mi clase de las 6, pero en eso que intercepté el vuelo de un mosquito talla XXXXL frente a mí y lo vi sigilosamente dirigirse a la sra que tenía justo en frente.  Le lancé un suspirito, y ella con su manita lo envió a los cuatro viajeros de nuestra derecha. Era imposible no ver al monstruo díptero en su majestuoso vuelo, y estos cuatro estuvieron con sus manitas jugando al ping-pong con él un ratito hasta que el culícido regreso a nuestro lado. 

La sra lo volvió a apartar elegantemente con su manita, pero el asiático que yo pensaba y creía ajeno a todo aquello que le circundaba, cuando el monstruo zancudo se posó en su manga… zas, le arreó un manotazo que lo dejó en el sitio en un santiamén.

Yo estaba por aplaudirle, por gritar un olé tus wewos!!!  mientras pensaba éste no es budista,  y se merece un altar a los exorcistas de los chupasangres, pero me contuve. No os podréis imaginar jamás la educación y la bienséance que se gastan los franceses de cualquier clase de la que provengan ante cualquier situación y sin mear jamás fuera del tiesto.

El asiático bajó antes que yo, y al salir, me dijo algo en chino mandarín.  Yo, como he ido aprendiendo algo de la cultura asiática ( 4 años de nuera china en casa dan mucho de sí, y tras ruptura con mi hijo aprendes a diferenciar a un  japonés, de un chino, coreano, taiwanés, vietnamita, tailandés y filipino para que no te traten de racista) le hice una reverencia que me llegó hasta los tobillos y que supo apreciar porque me la devolvió hasta con una sonrrisota muy a lo japonés, con tos sus dientes envidiables.  Me atreví con un aligato, y me mostró su mejor reverencia y su mandíbula impecable. Era japonés, no me cupo duda.

Al llegar al cadalso, Fernández estaba en la puerta, y sólo se me ocurrió saludarlo con una reverencia japonesa, a la que me contestó con un “mira que puedes ser tontita” y a la que le devolví un tremendo “BaKa » (バカ)

  con un sonoro sonido que simulaba mi aumentativo…





23 comentarios:

  1. Ponerle unas alitas a Fernández y que lo salude el japonés como al mosquito.

    Un beso.

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  2. Zarzamora:
    ¡tienes una forma de contar las anécdotas que es un deleite recrear la situación!
    Y muy buena canción para decir lo a gusto que te quedaste.
    Salu2 bienséants.

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  3. El anterior comentario es mío.
    Diego Morales.

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  4. Estuviste muy bien, defendiendo tus derechos.

    Por acá, los mosquitos son molestos, por la cuesión del dengue. Se está esperando que el otoño llegue, para que se mueran.
    Aprender idiomas puede ser algo muy útil, como contás.
    Besos.

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    1. Eso he oído, que los mosquitos han invadido la Argentina... no tardarán en cruzar el charco.
      Más que útil, Demi.
      Besos.

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  5. He leído algo que me preocupa. Ya te diré.

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  6. Jajajaja, no hay como entrar en tu blog a primera hora y poder regocijarse con tus anécdotas.
    Olé los wewos del no budista jajajaja
    Un beso de martes

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    1. Le hizo un harakiri al mosquito que lo dejó k.o en el primer asalto. Ahora bien el moskito era bastante kamikaze ;)
      Un beso de martes, Bertha.

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  7. Fabulosamente narrado. Quizá te lo robe como primer acto de una obrita de teatro que escribiré para eclipsar a vuestro fantástico Molière.
    Abrazos, Zarzamora.

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  8. Pobre culícido, solo pretendía bajarse en Faidherbe - Chaligny y el asiático no lo dejó, ¡BaKa!
    Espero que descanse en el cielo de los culícidos.
    Un abrazo, Zarza.

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    1. Visto lo visto y la talla del culícido, se fue al otro barrio habiendo cumplido su cometido en los vagones del metro.
      Un abrazo, diego.

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  9. He "visto" la escena como si la hubiera presenciado... incluso he oído el chasquido del mosquito bajo la mano marcial del japonés. Nuera... pronto te veo de abuela, ya verás, es una experiencia "chanchi piruli Juan pelotilla" :)))

    bss leona (porque lees mucho)

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    1. Qué va, acaba de romper con la chinita y ha vuelto a casa...
      Disfrútala a tope y ya vas contando.
      Bss Cyrano, tú ya sabes bien porqué.

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    2. Me gustaría ver la expresión de tu rostro cuando dices: "ha vuelto a casa" :)

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  10. Muy buena anécdota. Un abrazo.

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  11. Y cuando menos te lo esperas ¡zas!, te encuentras con un justiciero en una cruzada contra los mosquitos. Hay gente pa todo, oye.
    Va un abrazo, Zarzamora.

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  12. Hola, Eva
    La gente ya no tiene educación ni empatía, aquí muchas veces ves a gente joven bien sentada en los asientos que son para mayores, embarazadas, con niños pequeños o con algún problema de movilidad y ni se mueven, además todos mirando al dichoso móvil como si con ello les fuera la vida, pienso como decía mi suegra: deja que lleguen a mi edad. En cuanto a los mosquitos huyo de ellos como del fuego, me provocan alergia y si son de esos tigres me dejan con una ronchas que parecen pelotas de tenis, muy bien por el japonés vengador yo también le habría dicho arigato.
    Un abrazo y espero que los preparativos para los JJ.OO te sean leve.

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Rebeldes que dejaron su zarzamora