Ohayó: precioso haikú a este bello árbol y sus frutos y esta estación que nos anima la sangre... Y, encima con esta música y en domingo ; ya vamos servidos para el resto de semana. Un abrazo estimada Eva.
El mundo arde y estallan en mil pedazos los cuerpos de niños mientras nuestros hijos duermen en sábanas de blanco algodón y beben zumo de naranja para matar la sed.
Algo tenemos que hacer para impedir tantas muertes o seremos silenciosos cómplices de tamaño genocidio.
El mundo hace tiempo que arde y que estallan cuerpos por miles en cientos de países y regiones. La guerra en Ucrania, y los múltiples autoritarismos y genocidios a corto o largo plazo y de toda índole ya forman parte de un olvido cotidiano para muchos. Tampoco podemos desear que aquellos que gozan de cierta paz no la disfruten dentro de sus posibilidades... ni podría reprocharsela a ningún niño fuera hijo mío o no. Actuar con el corazón y no con las tripas tal vez sea el mayor desafío que tengamos por delante. No me veo con un arma en la mano porque es lo que condeno, y existen medios de acción, ayudas, compromisos (las protestas ya dejé de creer en ellas ya que sólo arrastran más polarización y violencia) en fin. Nadie es ajeno al dolor y el sufrimiento por poco que tenga un mínimo de conciencia y empatía, y por suerte hoy la gente actúa y reacciona (aquellos que quieran implicarse) cada uno dentro de sus posibilidades. A los rojos de salón y a la extrema derecha hace tiempo que se le vio el plumero y existen y seguirán existiendo. Ladran, luego cabalgamos... La palabra también es un arma...
En un mundo tan desagradable, hostil, hay momentos que tienen algo de eternos, siendo efímeros. Magnífica la música de Pink Floyd, esa canción que elegiste. Besos.
¿Y quién se acuerda de la guerra en Somalia, Chad, Sudán, Congo, con sus miles de muertos y desplazados? Nadie. Pero claro, es que ellos son pobres y, además, negros (¡huy, perdón, quise decir subsaharianos...)
Si Sakura significa eso, te tengo la contraparte o, mejor dicho, su casi-sinónimo espiritual en español: Ataraxia. Ambos nombres me parece candidatos felices y más que ideales para una hija. Como si llamar así a una hija, fuera también llamar a la calma, la sobriedad, el sosiego. Va un abrazo, Zarzamora.
Zaramora: hoy la música es muy extraña, no la conocía. Captar el momento de la floración y disfrutarla, todo un lujazo. Algún día tengo que ir a Japón. Aunque sea a través del google-maps... Salu2 cerisiers.
Creo que no hay nada más opuesto a la violencia que la belleza. Instantes como la floración de los cerezos, aunque efímeros, nos hablan a gritos de lo absurdo de la guerra, de cualquier guerra. Preciosa entrada, Eva. Y gloria siempre a los Pink Floyd, son leyenda.
Esa es mi única opción... y por la que lucharé mientras me quede un aliento de vida... por ella y la cultura. Gracias por captar mi mensaje, querido poeta. Y mil gracias de nuevo porque te haya llegado. Los Pink Floyd son mi cotidiano, mientras sigo caminando sin rumbo con los auriculares puestos, allá donde vaya ;)
Ohayó: precioso haikú a este bello árbol y sus frutos y esta estación que nos anima la sangre...
ResponderEliminarY, encima con esta música y en domingo ; ya vamos servidos para el resto de semana.
Un abrazo estimada Eva.
Gracias, Bertha.
EliminarUn abrazo.
El mundo arde y estallan en mil pedazos los cuerpos de niños mientras nuestros hijos duermen en sábanas de blanco algodón y beben zumo de naranja para matar la sed.
ResponderEliminarAlgo tenemos que hacer para impedir tantas muertes o seremos silenciosos cómplices de tamaño genocidio.
Un beso.
El mundo hace tiempo que arde y que estallan cuerpos por miles en cientos de países y regiones. La guerra en Ucrania, y los múltiples autoritarismos y genocidios a corto o largo plazo y de toda índole ya forman parte de un olvido cotidiano para muchos. Tampoco podemos desear que aquellos que gozan de cierta paz no la disfruten dentro de sus posibilidades... ni podría reprocharsela a ningún niño fuera hijo mío o no.
EliminarActuar con el corazón y no con las tripas tal vez sea el mayor desafío que tengamos por delante.
No me veo con un arma en la mano porque es lo que condeno, y existen medios de acción, ayudas, compromisos (las protestas ya dejé de creer en ellas ya que sólo arrastran más polarización y violencia) en fin.
Nadie es ajeno al dolor y el sufrimiento por poco que tenga un mínimo de conciencia y empatía, y por suerte hoy la gente actúa y reacciona (aquellos que quieran implicarse) cada uno dentro de sus posibilidades. A los rojos de salón y a la extrema derecha hace tiempo que se le vio el plumero y existen y seguirán existiendo. Ladran, luego cabalgamos...
La palabra también es un arma...
Un beso.
Muy lindo. Muchos besos.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarEn un mundo tan desagradable, hostil, hay momentos que tienen algo de eternos, siendo efímeros.
ResponderEliminarMagnífica la música de Pink Floyd, esa canción que elegiste.
Besos.
Así es.
EliminarGracias. Una máquina más, la de la guerra.
Besos, Demi.
¿Y quién se acuerda de la guerra en Somalia, Chad, Sudán, Congo, con sus miles de muertos y desplazados? Nadie. Pero claro, es que ellos son pobres y, además, negros (¡huy, perdón, quise decir subsaharianos...)
ResponderEliminarNadie. Hay guerras, y "guerras"... y me duele también esa discriminación.
EliminarLas guerras son muy crueles, pero más lo son los fabricantes de armas que amasan sus fortunas a costa de millones de vidas.
ResponderEliminarAbrazos.
Eso mismo pienso yo. Cavar túneles para amasar armas en lugar de bunkers donde acoger a la población civil ya es delito...
EliminarAbrazos.
Si Sakura significa eso, te tengo la contraparte o, mejor dicho, su casi-sinónimo espiritual en español: Ataraxia. Ambos nombres me parece candidatos felices y más que ideales para una hija. Como si llamar así a una hija, fuera también llamar a la calma, la sobriedad, el sosiego.
ResponderEliminarVa un abrazo, Zarzamora.
Sólo sueño con ese instante de efimeridad... un llamamiento a la Paz... un sakura...
EliminarVa otro, J.D.
A veces, ni pétalos dejamos...
ResponderEliminarBesos.
Así es, sólo pétalos sinónimos de sangre y devastación... por allí donde pasamos.
Eliminar:(
Besos.
Zaramora:
ResponderEliminarhoy la música es muy extraña, no la conocía.
Captar el momento de la floración y disfrutarla, todo un lujazo.
Algún día tengo que ir a Japón. Aunque sea a través del google-maps...
Salu2 cerisiers.
Y yo, y yo...
EliminarMi hijo ya está buscándonos opciones...
Bizz sans se mouiller.
Creo que no hay nada más opuesto a la violencia que la belleza. Instantes como la floración de los cerezos, aunque efímeros, nos hablan a gritos de lo absurdo de la guerra, de cualquier guerra.
ResponderEliminarPreciosa entrada, Eva.
Y gloria siempre a los Pink Floyd, son leyenda.
Esa es mi única opción... y por la que lucharé mientras me quede un aliento de vida... por ella y la cultura.
ResponderEliminarGracias por captar mi mensaje, querido poeta.
Y mil gracias de nuevo porque te haya llegado.
Los Pink Floyd son mi cotidiano, mientras sigo caminando sin rumbo con los auriculares puestos, allá donde vaya ;)
Mil cariños, Joaquín.