ORIENT-ÁNDOME

 DE TI,

sólo quiero de ti un pronombre,

ese verso ignoto que pariste en las penumbras,

ése que nada significa y  es sinónimo de  planeta.

Como quiero de ti 

tu boca,
pan que me como cada día,
sin migajas de otros labios que nos sacien, 

bañada de mar, entre mis olas,
su nada y nuestra absurda rutina.

Sólo quiero de ti 
ese azúcar y sal de tus manos,

la savia de tu cuerpo cuando llora en mis entrañas

y hasta lo que de mí dices y tu orgullo calla escupiendo 

en contra tuya.

Quiero de ti cada te quiero,

cada suspiro que inunde tus mañanas, 

los aullidos de un pozo sin sangre

y hasta los gritos que callas en la ausencia.

De ti quiero esa mirada que te aleja

en la tempestad de la marea negra 
de un alquitrán 
cuando caminas por las aceras

de esas ciudades anodinas que nos arañan cada paso.

Que no rompas nuetro fielato 

ni las paredes donde suelo cobijarme
ni mates nuestros silencios 
a palabras.

Que me ames a verso limpio y a zarpazos

con la boca abierta que clame rebeldía.

Lejos del mundo y de los hombres,

de todas aquellas lacras 
que supuran los recuerdos
entre el olvido y la memoria.

De ti sólo quiero ese pronombre
que pronuncias bajo el beso

que yace
entre mi boca y tus labios....

lejos del mundo y de los hombres,

de las lágrimas que inunden los mañanas

y del olvido que arrastre nuestros nombres.