se sembró una sequía en mi corazón...
Es lo que hay.
Y ya nada fui capaz de sembrar desde aquel entonces ni de hacer florecer.
Pero, hoy, va y NO me resigno a seguir viviendo, e intentar ver la vida pasar... sin ti... la vida, mi vida sigue, pese a mí, la vida sigue... pese a nosotros, y a lo que creímos ser, y fuimos... y hasta hoy seguimos siendo.
Carpe diem et tempus fugit...
Ya sé, ya sé...
Duele arrancarse del alma un amor verdadero, en ocasiones las circunstancias no permiten más que la ruptura. otras el desgaste pasa factura.
ResponderEliminarUn beso.