lunes, 10 de noviembre de 2014

DE CUANDO AMANECE SIN QUERER

Hay días que nos amanecen sin querer, en los que nos  da  una punzada el corazón, y en su agónico tic-tac danzamos con él en la mano, mirando absortos cómo las traviesas manecillas del tiempo, cómplices, ríen y bailan, como dos lenguas más allá del universo enlazadas.


Se besó en mi boca. Se hizo grande. Por los acantilados de mi lengua se creció e hizo hombre. En mis senos abrigó la esperanza de lo desconocido y anidó todos y cada uno de sus miedos.
Se durmió en mi sangre, caliente, adormeciendo desesperanzas rotas y confusas ilusiones de un olvido recostado en un recóndito rincón de su memoria.
Se llenó de mí abandonando trajes, nombres, despeñando pronombres personales y asonancias imperfectas.
Lo perdí en los silentes compases del precipicio que se desprende de un amanecer que se columpia en olas inciertas.
Una noche, desconsolado náufrago, perdido en la marea de un mar abierto hizo nido en mi regazo. 
Recostado en mi pecho, de nuevo olvidó miedos, zozobras y melancolías.
Fundido en el halo de mi aliento fue beso en carne propia, engendro en carne ajena.
Fundida la eternidad en el tiempo, el ocaso del vuelo fugaz de los hastíos lo despeñó en las penumbras del vacío.
Siendo ya beso, profundo precipicio, estalló en lágrimas rojas, brotó y se desparramó en líquido en la comisura de las copas, en las bocas abiertas lamiendo el peso de las edades de siglos.
Ebrio de inconstancias, la resaca y las olas lo mecieron en los versos como suaves lamentos, umbrías sombras de un hombre que quiso ser niño yendo a morir en impresiones inciertas, certeras, columpiando incertidumbres en falacias, en un océano de ilusiones imprecisas, sempiternamente eternas.
Hombre.






22 comentarios:

  1. Esos días en que parece que el que lleva las riendas es el tiempo son especialmente odiosos y deprimentes. En cambio, cuando parece que es uno el que cabalga el tiempo, eso sí que te hace inmortal, aunque sea por un día.
    Gracias por tus prosas, Zarzamora.
    Salu2 eternos.

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  2. "recostado recóndito rincón"¡¡¡qué bien juegas!!!

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  3. De falacia en falacia hasta el precipicio final.

    Besos.

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  4. ese hombre es un fundido en negro

    gran final

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  5. Va en crescendo hasta desembocar en una perfecta analogía.

    Besos Eva.

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  6. Wowww.. Olé tu maestría prosapoética. Historia redonda, redonda. Chapeau!!!


    Bss

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  7. ¡Qué bien le viene a tus palabras la letras de nuestro Zenet!

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  8. ¡Qué increíbles tus letras EVA! y...
    ... qué genial este Zenet!

    Por qué tendrá que amanecer a veces...
    Mejor ver solo a la luz de al luna o no ver nada.

    Un beso, no.. mejor ¡dos!

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  9. Por los acantilados de mi lengua se creció y se hizo hombre, no es para menos.

    Besos EVA.

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  10. Una prosa poética preciosa, acompañada por un tema que me encantó.
    Te mando los besos de los lunes, espolvoreados de lluvia (la de aquí).

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  11. Suena a sangre y carne de hermano...
    Besos y salud

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  12. Que poesia en tu prosa brillantissima !

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  13. Me cautivan tus amaneceres.
    Y tus ocasos. Y tus mediodías. Y hasta las medianoches.
    Besos, besos. Muchos.

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  14. Gracias a ti EVA eres muy amable.

    Besos.

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  15. Ah, qué hermosura de texto.
    ¿Y cuándo nos oscurece sin querer?
    Besos.

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  16. tengo un plan para eternizar momentazos.

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  17. Yo creo que nada importa que amanezca sin querer, o que la noche llegue sin previo aviso, o que las horas pasen como si tal cosa sin que podamos evitarlo...
    Ahí está Eva para sacarles el jugo, darles la vuelta y hacer que la miren de frente...
    Genial escrito, mujer.
    Besos miles.

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  18. Cuanto te inspira una noche de pasión. A veces da pena cuando sale el sol.
    Un beso

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  19. Vaya preciosidad de texto, Eva, si es que no sé que comentarte, creo que sobran mis palabras cuando el resplandor está entre las tuyas, creo que todo lo demás sobra, la verdad es que me ha encantado.

    Acabo de colgar los vídeos que me has regalado, en las dos entradas de mi blog, mil gracias, preciosa, si es que me encannnntan tus regalos.

    Un beso enorme.

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  20. Una relación plagada de vaivenes. Al final la figura masculina está llena de incertidumbres y errores.
    Besos sin amaneceres por esperar.

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  21. Pura delicia tu prosa poética.
    Me ha calado una nostalgia. Echar la mirada atrás, recordar, comprender, y darle el toque poético que siempre embellece el recuerdo.
    La mujer que abarca, comprende y deja marchar.

    Te felicito.

    Besos, querida rebelde

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Rebeldes que dejaron su zarzamora