sábado, 23 de marzo de 2019

SESIÓN CONTÍNUA y CONGA II



Ebrios, o completamente sobrios de esa sustancia amarga que mutila la sed de eso que llaman esperanzas, le robamos a la palabra sus silencios. 
Miro el techo de mi habitación recién pintada y dejo que callejees tu soledad por mi ombligo.
Los amaneceres primaverales hacen que tomes el primer metro de regreso a casa cuando te estornudo en la puntita de la nariz.

  
La mente, esa puta descerebrada, se dispara como una bala estrellándose en este asfalto cubierto de lluvia acariciada por tímidos rayos de sol que apuntan al arcobaleno. 

Sigo vomitando otoños acendrados, el humo que en los pulmones difumina mariposas y hace larvas con ellas estomagándose en el útero de un eterno retorno.

Juro que lo intento. Arrastro la ilusión por el sendero de la metódica voz que tras los cristales empaña la vida. 
Veo cómo las gotas de un rocío que dejó por mojar las hojas verdes con su savia, se estampan una tras otra en el cristal de un viejo balcón que ya no espera ni ángeles, ni milagros, ni  quien me calce las zapatillas rojas para alzar nuevos vuelos.

Impotente e indiferente  veo morir todas mis sombras en el eco de un siniestro ataúd de dormidos deseos.

Indiferencia y vacío residen en mí, y así lo acepto, ni resignada ni esperanzada,  camino por los andamios esa sombra de mí que ya ni recuerdo.
Mejor volar sin protección. 
A pelo. 
A riesgo.




Hasta caer en el abismo...



Y CONGA!!!!   ahí, detrás, dejo el enlace.

Y aquí mismo:

De una entrada de un jueves, de septiembre, de 2015.

Todos vamos a morir, lo sé, lo sabéis, lo sabemos...
Nuestras vidas son tan frágiles que dependen hora tras hora,
y minuto a segundo,
de un orquestado equilibrio 
cosido con fino hilo de seda.



Por eso siempre que he soñado con mi muerte
he querido verme con la gente que quiero bailando una conga, un pasodoble, un tangazo,  un bolero, un flamenquito, algo de jazz, clásico, o una copla.

Eso sí, por favor, que nadie me traiga flores.
Ni que nadie rece por la salvación de mi alma.

Dejadlas ambas, a unas que silvestres, rieguen los campos, a la otra, vagar por dónde ella quiera, si de poder hacerlo, pudiera.


Y a los que se alegrasen, sólo les pediría que se apuntasen a la fiesta.

:)))


13 comentarios:

  1. Siempre me sorprendes con tus entradas, que van de un extremo a otro, como la música que enlazas.
    Me encanta Yann.
    Me encantas tu.
    Besotes Eva (de un extremo a otro, también... y uno en la puntita de la nariz) :)

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  2. Lo de genio y figura hasta la sepultura te va como anillo al dedo.
    La sepultura que espere y el genio y la figura que sigan resplandeciendo.
    Yo creo que la muerte cuando llegue el día que venga a buscarte va a querer bailar la conga contigo hasta el día del fin del universo.

    Besos.

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  3. Me ha gustado tu publicación.
    Que tengas un feliz domingo

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  4. Cada quien es muy libre de tomarse el riesgo que le de la gana y tu lo has hecho siempre con toda naturalidad y sin miedo alguno, como debe ser, pienso yo... :)
    Besos y salud

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  5. La vida es para vivirla, con todo lo que trae, cada cual como buenamente pueda y/o quiera.
    La muerte, ojalá entonces sea un motivo para celebrar la vida que fue.

    Besos, Eva

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  6. En domingo decerebrado solo me toca la conga !!!

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  7. el equilibrio es un instante

    lo demás es caída libre

    besos

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  8. Hacía tiempo que no te leía, ha sido un placer.

    Besos.

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  9. Pues a bailar la conga...

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  10. pues...
    que me he mareado un poquito entre tanta palabra existencial...
    mejor me quedo bailando...

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  11. Hay días, o etapas, en que se pasea bajo los andamios. A veces, lo hacemos por ese camino de baldosas amarillas, cantando y dándole al zapato rojo.
    Que una conga, o cualquier otra música, nos incite a bailar, porque nos cambia la perspectiva en esos días de andamio. Y los días de zapato rojo, que no pare.
    Tampoco quiero rezos ni flores el día que me muera. Que lo celebren, como dices tú.
    La vida, Eva, la Vida :)

    Besos, mi Corsaria.

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  12. Cracias a quienes pasastéis por vuestras huellas.

    Os beso.

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  13. Zarzamora:
    tus entradas son poesía en estado puro. Dices tantas cosas. Creas tantas imágenes. Describes tantas situaciones.
    Es una belleza inabarcable.
    Salu2 remerciés.

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Rebeldes que dejaron su zarzamora