Empezaremos por el relato de la MaLquEridA.
Acompañaré cada una de ellas con la música que me fuisteis dejando aquí en los comentarios.
Gracias, Malque. Todo un lujo para mí, contar contigo.
Gérard Vulliamy . Le silence de la nuit, 1934.
Pasados
los primeros tiempos, el silencio recobra su forma abstracta, sin
detalles perfectos, inoculando las formas exquisitas de los callados.
Avasallado por la premura de la hora exacta. Silencio redundante en mis
oídos, el tam tam tam lejano de tambores tribales. Balazos rompen en
gutural sonido abriéndose las venas con sincero escarnio a la macilenta
piel. Reverdeciendo en flores blancas de un cementerio escampado.
Silencios monótonos marcados en los días de asueto palpando la incómoda
sordera del reloj cu-cu.
Llegaron
a casa con velices colmados de incógnitas. La casa de la abuela consume
los días en sutil silencio. Pajarillos quietos, gatos dormidos.
Personas de puntillas caminando sobre la alfombra raída por los pasos
presurosos de niños latosos de antaño. Silencio confinado entre cuatro
paredes.
Las
noticias hablan de muertos gritando espanto. Solitarios mueren
murmurando algún nombre. Dios tiene mucho trabajo estos días. No sabe
para dónde mirar o quizás se ha pasado al lado malo donde es más
sencillo captar almas.
Psicópatas
de encierro fulminados por pensamientos oscuros dañando a la gente que
más amaba. Cómo alguien mata a quien tanto amó. Cómo se tiene valor para
violar la inocencia y encerrarse después en una burbuja silente,
grosera. Quien masacra a un inocente debe ser quemado en aceite
hirviendo y ni así pagan el delito de horror indecible.
La
gente triste asomada tras la ventana participa en un concurso de
sonrisas vecinas, asaltando los rostros enjutos poco antes de asomarse a
la locura en que se convirtió el mundo apacible, hermoso, agonizante.
Nadie habla. nadie tose, nadie choca la mirada con nadie.
Evitando
tocar lo mínimo posible los bultos saliendo de un claroscuro
inclemente. Toca sol en esta época de orates. La carne derritiéndose en
sudor, mojando la ropa vergonzosamente de un mirar insolente. Lluvia
gris, sucia, gotas amargas convertidas en soldaditos taimados cayendo
sobre el concreto hirviente.
Soldaditos
de agua dan ligero alivio a la cuarentena interminable, pospuesta más y
más y más días. La paciencia se acaba, los enojos brotan en tropel
adueñándose de los rostros confinados. El tedio caluroso está acabando
con todo el buen humor. No hay risas, no hay felicidad.
Recuerdos recientes mueren de súbito dando paso a los dolientes de la armonía familiar.
La
tierra silenciosa entró en trance avisando que no hay más
oportunidades. Silencio preocupado. Los mares recobraron su azul
esplendoroso.
Los
viejos mueren. Se ha llegado a la disyuntiva de salvar un joven
impertinente o un viejo con sabia experiencia. Silentes los médicos se
miran sin ver. ¿Verdugos blancos o ángeles de la extinción?
La vida en un volado se va.
El sonido de la moneda al chocar en el piso ha dado su respuesta.
¿Dónde están los ladrones?
Simon &Garfunkel, The Sound of silence.
Gracias Dyhego.
Gracias MaLquE,
ResponderEliminarLeerte es un lujo, como también lo fue sonreír juntas, bailar, cantar (tú desde el sillón) compartir abrazos y besos antes de que llegase este tiempo del confinamiento planetario.
Cada palabra tuya hace magia en esta realidad que nos rompe a hachazos o nos recompone cuando terminamos de encontrar tras la pata de la silla arrinconada en el salón aquella pieza del puzzle que va directa al corazón o a las costillas.
Nos han robado una parte de nosotros mismos, y es que estos ladrones son de guante blanco... pero lo que no lograrán robarnos, es esta manera tan nuestra, tan tuya y mía, de tomarnos ese tequila, como cada viernes rancheando, y mientras aún se nos deje seguir por aquí.
Gracias, mi chilanguita de ojos tristes.
¿Eso lo escribí?
EliminarSe siente re lindo algo propio en otro sitio .
Me siento como rara. Más o menos así como la que conociste.
Tímida detrás de ti esperando voltearas y abrazarte por no saber qué decir a "mi amiga francesa", "la que va venir a México".
¡Madre mía! ¿Qué blusa me pongo Dios Santo?
"Laura préstame tu casa, va a venir Eva" "Quiero que estén todos ahí" "Barry no digas groserías" Nati ¡Ay Natalia tiene varicela!
Eva gracias por los momentos. Nunca te he dicho el antes y después de tu visita.
Después de muchísimos años mi familia conoce a alguien cercano a mi que no son mis hermanas
Gracias por la oportunidad, gracias por los pinches malentendidos que afloran cada que "hablamos". Sin eso y los tequilas los viernes el mundo sería como lo vemos ahora dentro de nuestros dominios.
Pasados los sustos, los altibajos y amarguras el mundo será un mejor lugar y si no ... pues no.
"Es lo que hay"
Eres lo más...
🙋🏻♀️😷🙋🏻♀️🥂🍾
Tú más...
Eliminar:))
Vaya bitácora de cuarentena, Zarza!
ResponderEliminarCada párrafo está cuidado, lleno de puntos seguidos que marcan el inicio de una nueva puñalada al silencio.
Te felicito por tan buen texto.
No conocía ese cuadro de Vulliamy, me recordó "autoconstruccion con semillas..." de Dalí
Racimos de besos primaverales, y virtuales, Zarza!
El texto, de haberlo leído, no es mío.
EliminarTodos esos cumplidos y más que merecidos son para La MaLquEridA (en su nombre puedes acceder a su blog en un clic...) , y creo que lo expliqué bastante bien, no??
Aynsss!!!
Vulliamy si has leído el enlace tuvo un período surrealista... Es un pintor muy interesante y forma parte de muchos olvidados.
Besos, Frodo.
Es un magnífico texto, no conocía a La Malquerida, te agradezco que me la hayas presentado.
ResponderEliminarEs muy tú, no me extraña que tengáis tan buena relación.
Las dos me encantáis y desde aquí os mando un montón de besos a repartir.
Por cierto debí entender mal tu propuesta porque creí que nos pedías una frase y música para luego montar tú un relato. Ahora que veo lo que ha hecho La Malquerida, siento un poco de cosilla, pero querías que supieras que no ha sido por desgana, sino por error en la comprensión lectora, jejejeje
Gracias por la parte que me toca.
EliminarY bueno yo creí entender por tu parte que te faltaba la inspiración, je.
Zarzamora:
ResponderEliminarmuchas gracias por poner la canción que sugerí.
Un texto duro, el de Malquerida, que refleja las penas, tristezas de este confinamiento al que nos vemos sometidos. Esas relaciones de balcón, esas sonrisas ocultas tras las mascarillas y, lo más triste, esos abuelos solos, dejados a su suerte en algunos casos, en sus últimos momentos y con los allegados a cuatro pasos sin poderlos atender. Muy triste. Ese silencio sí que pesa y duele.
En fin, esperemos que esta pesadilla pase pronto.
Salu2 espoirs.
Gracias a ti, murcianico, por haber participado con esta canción que nos llega a todos...
EliminarEsperemos.
Bizz "futuresques", Dyhego.
Sencillamente...¡Genial!
ResponderEliminarBesos y salud
Gracias, Genín.
EliminarBss.
Llegué desde otros blogs donde te he leído comentando, y me gusta lo que dices y como lo dices, y encontrarme esta entrada sobre Malque, ha sido un regalo. La quiero mucho.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias por la parte que me toca, Carmela. Y bienvenida.
EliminarSaludos.
Gracias chicas talentuosas.
ResponderEliminarLa bien querida (por Igor) os saluda.
Je t'adore ma gitane.
EliminarBizz salutaires!!
Hola Zarzamora,
ResponderEliminarvengo a conocerte pues la querida Alís, ha mencionado este blog entre sus favoritos y, cómo no, ... aquí estoy.
A Malquerida la acabo de conocer como ahora a ti.
Gracias por darnos a conocer este texto de Malquerida cuyo blog también sigo desde ahora y, con tu permiso, me quedo por aquí.
Saludos
Hola Rosa Mª,
EliminarBendita Alís.
Aquí no se necesitan permisos, eres libre de ir y venir cuando quieras.
Los certificados se los dejaremos al confinamiento... Sonrío.
Salu2.
Te ha quedado una entrada muy interesante, con un buen relato y la muy oportuna "Sonidos del silencio". No me voy a perder las demás colaboraciones.
ResponderEliminarY gracias por hacerme descubrir ese pintor, Vulliamy.
Saludos, Zarza!
Borgo.
Viniendo de ti, Miquel, es todo un halagón!
EliminarA ver si es verdad...
Vulliamy es como Wolfgang Paalen, otro genio recién recuperado por un cineasta amigo de origen libano-mexicano Tuffik Makhlouf , al igual que hizo con nuestra olvidada Remedios Varo.
Saludos, Borgo!
Eva.
Excelente texto, pero sobre todo, excelente iniciativa. Tarde es una palabra que va conmigo en estos tiempos, pero al menos intentaré ser puntual a la lectura de los bravos escritores. El texto de hoy desde luego es todo un punto de partida, parece que el listón estará bien alto... Ah, y magnífico lo de acompañar con pinturas tan interesantes y, de paso, alumbrar tanta magia perdida de artistas olvidados...
ResponderEliminarFuerte abrazo!!
Precioso el escrito de la MaLquEridA, me ha gustado mucho. Nunca estuve en su blog, pero voy para allá. Besos para las dos.
ResponderEliminarMuchas gracias Zarza por la oportunidad de aparecer en tu blog con uno de mis escritos.
ResponderEliminarGracias a tus lectores por el tiempo dedicado a leer el texto y dar su comentario amable.
Un placer 🙋🏻♀️😷
Que maravilla! Me tomé mi tiempo para leerlo.
ResponderEliminarEn algunos momentos hasta parecía que lo hubieses escrito tú, Eva.
Se nota que sois amigas.
Un lujo.
Besos.
Me pusiste el pelo de punta, Malquerida, porque es como dices; con algún matiz distinto, pero casi igual sucede en mi ciudad, y en todo el mundo.
ResponderEliminarEse silencio preocupado que dices, también recorre mis calles según pasan los días.
Y mira que ahora estamos aprendiendo del silencio...
¿Dónde están los ladrones?
Qué gran final.
Besos para la Malquerida y a la Corsaria Rebelde.