Cuando las lágrimas se hayan secado, y ya sólo la lluvia perfume
nuestras mejillas con agua de nube...
En el alquitrán de mis noches aullarán tus versos, y en
un piélago de sueños bañaré la orilla de esos ecos en los que sepulté tu
nombre.
Asoma respingón un otoño entre nebulosas de acero. Un tímido rayo lacera en la penumbra una
anónima soledad que sin garras araña una epidermis de recuerdos.
Nos dejamos deslumbrar por lo que sabemos no nos hará
felices y acogemos un puñado de ilusiones, que antes de nacer, adivinamos de antemano ya cerradas y con llave , en un viejo cajón roído.
En las olas férreas de tu mar recuesto todos esos
incólumes sustantivos en los que dejé la rima asonante de una poesía inacabada,
inútil e inane, vacía.
Y bajo las persianas del ayer dejo entrever el diáfano
goce de tu cuerpo, mi piel trémula, y un arrecife de escorzos acunándose
en mis senos donde albergar tu mirada en la pupila de mis sueños.
Y el asfalto entonces es río de agua, y llevados por la corriente de esas gotitas de magia que nos cubren los instantes y reavivan los lánguidos latidos ávidos de sueños, muerdo las palabras hasta encallar nuestra frágil consistencia, como barquitos de papel, a la deriva... sin muelles ni amarras, sin puertos ni norays, sin rumbo ni destinos, sin banderas.
Escrito desde el alma.
ResponderEliminarUn verdadero placer leer esta entrada.
Un abrazo.
No sé aún yo en este pinche ahora, ni desde dónde lo escribí...
EliminarAbz
Al pairo llevamos ya meses, y los barquitos de papel apenas navegan lágrimas y gota de sudor de un agosto cruel que cuesta soportar. Pero, sí, la esperanza del otoño se entreverá pronto.
ResponderEliminarBss
Suerte, pues.
EliminarBss
Los barquitos de papel viejo se han ido a piwjr en este mar revuelto en el que se ha posicionado este año en el que ninguno se ha salvado de luchar contra estos tiempos terribles.
ResponderEliminarParticularmente a fuerza de vivir en un mar embravecido el horizonte se vislumbra lejano, pero aún tenemos horizonte, puerto benévolo al que un día llegaremos con la lección bien aprendida.
El mar bravo trajo enseñanzas, hay que aprender bien la lección, no hacer caso de cantos inútiles y seguir adelante que para eso estamos en este mundo.
Cuídate mi Zarza, el mundo sea como sea sigue girando. Uno le pone el ritmo.
Te mando un abrazo de esos de corazón a corazón.
Lo necesitaba.... ese abrazo.
EliminarGracias por leerme y dejarte de...
No abusemos del corazón, porque lo necesitaremos ;)
https://www.youtube.com/watch?v=iM6Cz3l95CQ
Al pairo nos encontramos todos en este horrible año,querida Eva. Pero con entradas como esta tuya uno siente que no está solo en esto,que hay otras manos,otros ojos,otros corazones latiendo al unísono que el tuyo y eso anima.
ResponderEliminarSiempre es un placer llegar hasta este mar tuyo de versos y palabras.
Abrazo grande y a cuidarse mucho.
Gracias por estar aquí siempre... por leer y sin juzgar... por incitarme a seguir...
EliminarEl placer y sin hipocresía alguna, es mío.
Cuídate mi Poeta y amigo.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarPlutôt que "te noyer dans un verre d'eau" tu es plutôt du genre à vivre avec une coupe de champagne !
ResponderEliminarBizzzzzzzzzzzzzzz
Hiii!!
EliminarTrinquons, donc!!!
Bizzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
No queda otra que dejarnos llevar por esas corrientes que reaviven lo mínimo que sea con tal de no quedar embarrancados.
ResponderEliminarBesos, Eva
Ay!
EliminarDejarse llevar sí... pero ya no hacia cualquier deriva... eso ya sí que ya no, al menos, yo no. Preferiría quedarme embarrancada, y sin otro rumbo, que el que ya me fijo yo.
Besos, Alís.
A veces llorar salva. Otras, no.
ResponderEliminarBesos.
Entonces lloremos cuando sea necesario, y riamos sólo, cuando y sin forzarnos, la sonrisa despierte nuestro ese "yo" que solo entre él y yo nos encontramos...
EliminarBesos.
Abrazos y ya sabes leyéndote siempre.
ResponderEliminarLo sé. Abrazos.
EliminarZarzamora:
ResponderEliminarla protagonista del poema/texto muerde las palabras y el chico de la canción nos dice que con los rifles no se matan las palabras. Menos mal. Las palabra siguen volando, a veces hacen daño, a veces nos salvan.
Perfectas palabras las que tú escribes.
Salu2 écrits.
Sin la palabra... la cobardía, la censura, el silencio... también la siento a veces como puñal, por suerte las más de las veces me ha salvado.
ResponderEliminarGracias mucho, Dyhego. Sonrío.
Bizz pleines de mots, murcianico.