Te busqué por todas las estaciones hasta perder el juicio. Te maté por celos. Te recorrí la cara de escupitajos y de insultos, pero no me bastó. Tenía que matarte.
De poco te sirvió la pulserita. Llegué antes que ellos. Te maté jodida puta. Te maté.
De nada te sirvió darme tus ojos, ni esos hijos que ni sé si serán míos. ¡ A saber!
De nada te sirvió ir a la escuela para leer esas mierdas que lees, de nada te sirvió esa escoria de familia que tienes ni esos amigos ignorantes que sólo te daban malos consejos. De nada.
Gracias a mí supiste lo que es follar, lo que es tener un hombre, lo que es ser y estar a todas horas querida. Y aún te quejas. No sé de qué. Ningún Dios, por mucho que reces, te va a salvar.
Pero es que siempre te quejas, puta, siempre te quejas. ¿No te cansas de quejarte? Si lo tienes tienes todo. ¿Qué coño quieres?
No te pintes. Ese escote. Esas lágrimas. Esos silencios. Esa comida.
Esa carretera y esa puerta; cerradas.
Ni te atrevas.
Perdóname, no sabía lo que hacía.
P.S. Reposición anual. Como cada año, repongo este texto, para que nadie sea capaz de olvidar, lo que forma parte de algo ya tan inhumano como cotidiano.
Porque queda aún mucho por hacer, sin contar que ,
todos estos golpes ya sean verbales, físicos, en el mundo laboral o en tu propia casa
dejan cicatrices indelebles y de por vida.
Marco Melgrati. Irán.
Zarzamora:
ResponderEliminarpor más que lo lea, no deja de resultar estremecedor.
¡Por la justicia!
Salu2 d'égalité!
Diego Morales
Siempre siento escalofríos cuando la leo. Abrazos querida amiga.
ResponderEliminarHay textos que no envejecen... ¡Lástima!
ResponderEliminarGracias, rebeldes!
Es tremenda su lectura , las palabras se clavan en lo más profundo, me hacen vomitar.
ResponderEliminarUn abrazo, Eva.
Es lo que hay, prima. Abrazo.
Eliminarque horror
ResponderEliminarAcaso en Miami, ¿esto es/será algo nuevo? Love in Peace and the Paradise ...
EliminarCicatrices, muy fuerte, no poder borrar ese miedo...
ResponderEliminarUn texto con mucha carga emocional: la realidad ,supera siempre a la ficción por desgracia...
Un fortísimo abrazo, Eva
Esas cicatrices son indelebles y quedan en el adn de por vida, doy fe.
EliminarGracias, cielete. Abrazo grande, Bertha.
Duro pero tan real que duele. Hay que educar y educar y educar...desde la cuna, desde la escuela. A ellos y a ellas. A ellos, para que aprendan que amar no es poseer. A ellas, para que aprendan que el hombre habita dentro del hombre y que lo exterior solo es fachada que puede resquebrajarse con la primera tempestad, dejando al descubierto un interior terrible y lamentable.
ResponderEliminarAbrazos, querida Eva.
Todos somos unos monstruos por educar, Joaquín, aunque algun@s crean que sólo se limite al vocabulario empleado o algunas buenas normas de conducta...
Eliminar¡Queda tanto por hacer!
Gracias, mi querido Poeta.
Y el silencio de la sociedad, de los y las que giran la cara: «Sí, se veía venir, pero es que...».
ResponderEliminarY al de la poli... cía, y al de los jueces y abogados , y ... tantos silencios, son los que acaba matándolas.
EliminarNo puedo leer este texto sin que se me contraiga el estómago. Cada palabra es un latigazo, una pedrada a cada una de nosotras las mujeres. No podemos mirar a otro lado, es terrorismo lo que están haciendo con nosotras. Yo veo un retroceso, muchas jóvenes son incapaces de gritar que ya basta. Tenemos que educar para que desde niñas griten no y se rebelen.
ResponderEliminarUn beso.
Las hay quienes pueden, y miran, y luego se rajan las vestiduras como si nada... yo, no lo logro, y me las sacudo de encima en cuanto puedo.
EliminarAvisar, educar... de nada sirve... o de bien poco. Son poquitos los pasos, pero bueno, siendo positiva, algo es algo. Tenemos a la enemiga en casa, y no me cansaré de gritarlo.
Y cada día, Ilduara, es una lucha diaria. No tengo nada que celebrar por el momento.
Y sé en carne propia de lo que hablo.
Que me traten de feominazi o de ser vulgar, ya me la trae al pairo.
Un beso.
Estremecedor e indignante.
ResponderEliminarNo dejes de reponerlo.
Besos
Bien que lo traigas de nuevo, si se pudiese erradicar por completo, que tranquilas viviríamos.
ResponderEliminarBesitos amore.