miércoles, 9 de octubre de 2024

DE LA "EFIMERIDAD" DEL INSTANTE

 Me acurruqué en tu boca

e hice nido en ella.



Y en el sonámbulo sueño de tus 
labios
se durmieron nuestras lenguas.

Y tras libarla,
néctares de besos extraje;
me columpié en un suspiro.

Y allí, en tu callejón oscuro,
paladeé la miel de tu aliento.

Y en ese juego bocálico,
un bucólico instante
 se hizo eterno.




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